Víctor Corcoba

Algo más que palabras

Víctor Corcoba


Personas  

14/09/2021

Tenemos que reconducirnos, buscar tiempo y espacio para la restauración física y mental, si en verdad queremos posibilitar el encuentro y salir de este caos en el que nos movemos con espíritu comercial, más que humano, que es lo que favorece el acercamiento con la naturaleza y con nosotros mismos. Sin duda, lo trascendente es brotar cuanto antes con otras energías renovadas para poder salir de este mercado egoísta, y practicar actitudes de escucha y contemplación, de tolerancia y sosiego, de diálogo y armonía en medio de la diversidad y el desconcierto. Indudablemente, el valor y la valía de la persona siempre han de estar ahí, como fuente de comunión y avance.
Para empezar, hay que dejar todo aquello que nos esclaviza, pues solo los aires puros y libres que se someten al abecedario del amor, naciente del corazón, nos llevan a un destino de bondad y verdad. Ojalá aprendamos a retomar ese viaje interior que todos nos merecemos como seres pensantes y podamos descubrir ese ser activo, dispuesto a afrontar los grandes desafíos de nuestro tiempo, en base a ese espíritu democrático centrado en las personas. Quizás, nuestra gran asignatura pendiente sea pasar del buen decir de los valores de la libertad, del respeto a los derechos humanos, a un obrar coherente con esos principios. Nos resta, por tanto, esa toma de conciencia que se desarrolla sobre el hilo de la pedagogía del conocerse y reconocerse.
Desde luego, en este mundo atormentado en que vivimos, se vuelve cada vez más necesario poner en valor a la persona, reeducarnos en el crecimiento armonioso, en la prevención y en la resolución de conflictos, promoviendo el estado de derecho en las naciones, reduciendo la corrupción y el soborno en todas sus formas, creando a todos los niveles instituciones eficaces y transparentes capaces de rendir cuentas, garantizando la adopción en todos los niveles de decisiones inclusivas, participativas y representativas que respondan a las muchas necesidades que hoy tiene la humanidad. 
Es cierto que la democracia es un ideal universalmente reconocido, pero también es importante que la ciudadanía esté en disposición de practicar la entrega para ser auténticos cooperantes de paz.