Carmen Arroyo

La Quinta

Carmen Arroyo


Los mineros de Velilla   

01/10/2020

El viernes, en Cadena SER, escuché un programa sobre el cierre de las minas en Asturias, prejubilaciones adelantadas y falta de iniciativas que deberían haber sido puestas en marcha para absorber la mano de obra que quedó en la calle. Recordé que, en Velilla del Río Carrión, medio centenar de mineros de Uminsa, se habían encerrado en la mina a 500 metros de profundidad y soportando una temperatura media de 16º, en el pozo Las Cuevas. Protestaban por el impago de sus nóminas y la poca claridad con la que los gobernantes afrontaban el cierre de las minas. Allí permanecieron 28 días: desde el 2 de septiembre de 2010 hasta el 29 del mismo mes. La Comisión Europea dio luz verde al Real Decreto de las ayudas al carbón. El carbón autóctono podría quemarse, pero con fecha de caducidad, el año 2014.
Ya tenían algo en las manos y la esperanza tomó su bandera para izarse a una cálida alegría. No obstante, el trabajo alternativo para ganarse el pan, no se hizo realidad. Pero volvamos a aquellos momentos cuando las familias de los mineros aguardaban en la bocamina la salida de sus seres queridos. Emoción, lágrimas de alegría y aplausos no se hicieron esperar y el pueblo, y cientos de personas llegadas de toda la comarca, como un solo corazón vibraron al unísono. Aquellos momentos se vivieron como algo indescriptible y fue guardado entre los recuerdos más queridos. Las voces entonaron con fuerza el sobrecogedor canto de Santa Bárbara Bendita. 
España vivía una jornada de huelga general y, poco antes, había concluido la Primera Marcha Minera que entró en la capital. Ésta se dirigió a la Subdelegación del Gobierno; el entonces representante Raúl Ruiz Cortés no los recibió. Llegaron a la plaza Mayor sin hacer alto en la Delegación Territorial de la Junta. Los atendió cordialmente el entonces alcalde, Heliodoro Gallego, acompañado de su Corporación. Deseaba lo mejor para nuestros mineros. Gallego los animó y siempre defendería un plan para que la cuenca minera siguiese dando trabajo a aquellos valientes. También el secretario comarcal Carlos Mesa, de UGT, agradeció el apoyo recibido por las Instituciones y pidió que «los puestos de trabajo se hagan una realidad, no una esperanza». Parece que fue ayer. Sin embargo, han pasado10 años.