Juanma Terceño

El hecho gastronómico

Juanma Terceño


Me gusta el kimchi

24/03/2021

Cada vez más frecuentemente el kimchi aparece como complemento en las cartas de los restaurantes, y seguro que lo hemos disfrutado acompañando a arroces y sushis, croquetas, carnes rojas o aves, mariscos y verduras rebozados o en tempura, incluso en pastas o sopas. Este orgullo de la cocina coreana llegó como un punto exótico muy bien adaptado a complementar nuestra gastronomía, y forma parte del patrimonio inmaterial de la humanidad, junto a la dieta mediterránea, por ejemplo.
Y ¿qué es exactamente? Pues una col fermentada con sal gruesa, aunque en sus múltiples versiones la base pueden ser repollos, rábanos u otros vegetales, y condimentada con ajo, jengibre, chile en polvo, algún tipo de pescado (mariscos, pescado en salazón, salsa de pescado o de ostras). Hoy se reconocen más de 180 variedades de kimchi. Como alimento fermentado es probiótico y muy rico en bacterias del ácido láctico (con todo lo bueno que eso tiene para el funcionamiento de nuestro sistema digestivo) salvo si lo compramos de bote pasteurizado, claro está.  Su origen se sitúa hace unos 2000 años  y ha tenido múltiples evoluciones desde entonces dependiendo de cada región coreana y una expansión muy importante y asociada al auge del budismo y la cultura vegetariana en la antigüedad. Cabe mencionar que su carácter picante, como lo conocemos hoy en día, tiene apenas unos pocos siglos, ya que el pimiento en Corea se introdujo por los comerciantes portugueses, procedente de Sudamérica.
Cita Wikipedia que como efectos beneficios para nuestra salud «el kimchi estimula el apetito y limpia los intestinos con su contenido en ácido láctico. Incluye la bacteria Lactobacillus kimchii. Investigaciones recientes han establecido que  contiene una gran cantidad de vitamina C y carotenos, así como también proteínas, carbohidratos, calcio y vitaminas A, B1 y B2».
Reconozco que me gusta mucho, y que su presencia en nuestras cocinas me resulta atractiva y positiva, pues complementa nuestra forma de comer y su efecto saborizante, junto a la no agresividad de su picante, me parecen muy placenteras.
Y como consejo, acompañen un plato en el que el Kimchi esté presente con una copita de vino Oloroso, mejor aún si es Alfonso, lo van a disfrutar más aún.