Fernando Martín Aduriz

Dirección única

Fernando Martín Aduriz


José Manuel Valles

27/08/2020

Un excursus en la serie de las columnas de este año para escribir acerca de los sanitarios de esta pandemia interminable.
Médico de vocación, el doctor Valles une su saber clínico con su saber acercarse a sus enfermos, evocando así a esos médicos humanistas, entregados a partes iguales a la causa médica y al encuentro humano. Un médico que conociendo el nombre de sus pacientes cura con sonrisa y amabilidad infinita.
Ejerce su práctica clínica en la residencia de ancianos de San Bernabé como director médico, y también en el Hospital de San Luis. Ocurre que es un clamor que estamos ante un vecino palentino cuya estela a lo largo de su carrera va dejando ese rumor de médico afable, cercano, dialogante, que escucha, confiable.
En nuestra época, los familiares de los enfermos generan a veces más quebraderos de cabeza que los propios enfermos, lo que nos hace colegir que detrás de demandas imposibles, quejas gritonas y ‘científicas’ opiniones, se camufla esa enfermedad incurable que se llama mala educación. Ante eso se necesita mucha dosis de paciencia inteligente que tienen muchos sanitarios como José Valles, guerreros que han sufrido el embate de este virus segador de vidas de sus pacientes con la impotencia sobrevenida por el colapso de los hospitales en los peores momentos.
Hemos salido muchos días a aplaudirlos desde nuestras ventanas, pero cuando se conocen de cerca las batallas que han librado en estos meses, admiramos a médicos como Valles, ejemplo con nombre y apellidos, que nomina a tantos trabajadores sanitarios anónimos.
Opino que en este momento la ciudad debe saber que en sus calles pasean gigantes silenciosos, los sanitarios que hacen mejor nuestra vida. Iluminan como el doctor José Manuel Valles nuestra travesía en este mundo, pues cual Caronte nos conducen con celo para continuar sanos en este mundo, o para salir de él sin sufrimiento innecesario.
Realmente no se cura exclusivamente por lo que se sabe ni por la técnica que se emplea, que sí, sino por lo que se es, por el amor y el cariño. Pero claro, lo que natura non da, Palencia, primera universidad de España, non presta.