En este primer artículo del año me planteo una pequeña reflexión sobre los retos que tiene vivos el sector hostelero, ojalá sea un gran año para todos los implicados en él; para nuestros bares, restaurantes, hoteles, cafeterías y consiguientemente para nuestros cocineros, camareros… y, con ello, para el sector primario; agricultores, ganaderos y carniceros, pescadores y pescaderos, bodegueros, panaderos y demás.
Deseo un año de superar miedos e incertidumbres económicas, de que quienes hayan decidido emprender lo hayan hecho con una base sólida por un buen estudio de viabilidad, de que quienes estén pasando dificultades porque los números no salen sean capaces de remontar la situación, y de que quienes tienen un rumbo más o menos estable continúen por ese buen camino.
Quizás la gran dificultad sea la de encontrar personal suficientemente válido y en número que permita atender la demanda para los empresarios, y para muchos trabajadores encontrar ese puesto de trabajo con el que conseguir un nivel salarial que cubra las necesidades para que no sobre mes al final de sueldo y una adecuada conciliación de la vida personal con la laboral. Pues mi gran deseo, especialmente para este año, es que sea más factible este equilibrio, que los negocios funcionen con una rentabilidad suficiente como para que las expectativas económicas se cubran de manera que puedan repercutirse en la mejora de las condiciones laborales de los empleados sin ahogo para los beneficios empresariales estimados, e incluso para que se puedan hacer esas siempre necesarias pero costosas mejoras; siempre hay una vajilla que cambiar, un horno a mejorar, una pequeña reforma por hacer, un pasito adelante en la calidad de la materia prima a comprar, unos uniformes que renovar… y esas muchas pequeñas cosas que suman costes inevitablemente.
Otro reto es la formación; todos somos conscientes de algunas carencias personales que tenemos, así que ánimo para que individualmente se afronte el reto de mejorar, de aprender, de leer, observar y estudiar, de hacer cursos o formaciones, de sacar ese tiempo y esa energía que nos permita ser mejores, más productivos, más profesionales o simplemente estar más seguros de nosotros mismos.
¡A por ellos!