Juanma Terceño

El hecho gastronómico

Juanma Terceño


Bocadillos y canallas

26/01/2022

¿Cuántos bocadillos comemos a lo largo del año? Y, ¿Cuántos comíamos cuando éramos niños?
Me gustan los bocadillos; me recuerdan momentos felices de la niñez y adolescencia, sobre todo cuando me siento inspirado a elaborar un bocata rico en casa o cuando voy acompañado a un sitio concreto a comer uno que sé de antemano que va a estar muy rico.
No me gustan tanto, salvo excepciones, cuando por pragmatismo debo consumirlos en una estación de tren o aeropuerto, y ya no digo nada en un pabellón deportivo, o en un concierto…
Y pensando en los bocadillos, creo que sin duda el que más habremos consumido todos es el de tortilla de patata, y para acompañarlo en el pódium podríamos situar como ingredientes el de jamón, calamares, bacon y queso, lomo, pepito de ternera… y los filetes de pechuga de pollo empanados de nuestras madres, esos eran inigualables e indispensables cuando nos íbamos de excursión.
Hoy, entre el universo de las hamburguesas o los sándwiches, se ha perdido bastante de aquella cultura de los bocadillos más ibéricos, que reivindico en este artículo. Los bocadillos de los almuerzos valencianos, con sus chorizos y morcilla, el de albóndigas ibicenco, los norteños de sardinas, bonito o anchoas con o sin piparras, de calamares madrileño, de chistorra navarro… y un largo etcétera de tradicionales bocadillos que se han visto desplazados por algunas delicias, en contadas ocasiones, y por mucha morralla con demasiada frecuencia.
Me molesta bastante lo muy frecuentemente que nos encontramos el término 'canalla', con una ligereza tremenda y abusando de él al comunicar la oferta más informal y/o para comer con las manos de cocineros de renombre, o para nombrar platos que se comen con las manos, o ante propuestas de bocadillos o tapas un poquito más exóticas, algo picantes o simplemente con mucha salsa. ¿Canalla? ¿Canalla qué? ¿Un buen bocadillo con un buen pan firmado por un famoso cocinero es canalla? ¡Eso es magnífico, seguramente esté muy bueno y haya habido respeto por los productos utilizados en ellos!. Lo que es canalla de verdad es la ínfima calidad de los bocadillos en la oferta de muchas franquicias, en los trenes y en la mayoría de las máquinas de vending… eso sí que es Canalla con mayúsculas.

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