Encienden nuestras almas, alimentan la reunión, procuran el cariño, dan pie al compadreo, facilitan la amistad…
Nos miran de frente desafiantes, desafiándonos, sabiéndose imprescindibles en nuestro gen más arraigado, más enraizado… el del bar…
Surcan los más temidos mares de salsas aguantando su textura hasta que se funde todo en uno, desbocando las papilas hasta la extenuación más placentera…
Relamen platos apurados de blanco, de rojo, de gualda… de innumerables recetas escondidas en tan solo una ración…
Y es en este polémico punto indeterminado donde surgen las diatribas a golpe de alternativas… Donde, en el horizonte del gusto personal, se funden el corazón y la razón... Donde, para algunos, la salsa de tomate se convierte en sacrilegio y el tabasco se torna en pecado mortal y resurgen del averno del fuego picante el pimentón ardiente y los caldos de carne o de jamón... Donde la doble fritura se pelea con la cocción al vapor o se funden en amor eterno que son uno en el paladar... Donde los horneados más a la última se juegan a ciegas, con las cartas del cliente, la promesa de volver porque no  imagina la vida sin una ración más. Donde el tabasco afronta su verdad blasfema contra la penitencia del chile habanero, el chipotle, el poblano o el jalapeño. Donde la cremosidad de la cocción en la boca intenta convencer con sus cariños ante esa última crujiente fritura a máxima potencia calórica del aceite… Donde nuestra patata de la Ojeda y Valdivia se batirá en duelo a muerte o vida con las internacionales Kennebec, Agria o Monalisa, sin ningún temor, sabiéndose valerosa contrincante a la altura de las más bregadas…. El 5 de octubre en Palencia se desvelará quién posee en sus fogones la verdad bravera más confidencial, íntima e impenetrable en el I Concurso Internacional que pretende encontrar el Santo Grial Bravero, ascendiendo nuestra Palencia querida a los altares del picante patatero como Capital Internacional de las Patatas Bravas bajo la marca Palencia Brava.
Dos palabras las definen, y relatan la historia de nuestras barras y de nuestros encuentros… porque son universales… españolamente universales…. Y ahora, palentinamente universales…
Y aquí tenemos las de La Mejillonera… nada más que añadir…
Gracias por tanto !!!
Una de Bravas !!!