Toyi Marcos Sosa

Desde mi ventana

Toyi Marcos Sosa


Qué triste es pedir

24/07/2022

No poder hacer frente a las necesidades más básicas a muchas familias aprieta más que el calor. Esa incapacidad que  paraliza llegar  a los servicios mínimos de una vivienda se está agravando. Los 19º C en invierno como los 25ºC en verano para el 9,1% de la población española según criterios de la Organización Mundial de la Salud serán difíciles de remediar. Y a esto, se unen otras muchas necesidades a las que todos deberíamos tener derecho. Cuando hablan de la comida que se desperdicia. ¿Quiénes la desperdician? Qué triste ha de ser tener que pedir para comer. Siempre me ha estremecido si a cualquiera de mi familia le ocurriera. Las cosas se están poniendo muy mal y quienes deben recortar gastos de complacencia no lo hacen. ¡Mira que si a algunos de esos que gastan en lo que no es imprescindible o viajan en jet privado y pagado les ocurriera lo que al rico avariento de la parábola!  
Días pasados, extravié algo que tengo en gran estima por el gran servicio que me presta. Busqué y rebusqué y hasta llamé al servicio de recogida de papeles por si  involuntariamente, hubiera ido a parar a él. No hizo falta. Pero agradecí a los de Urbaser, especialmente a José Antonio, la atención que me prestó ya que como última opción, comencé a rezar a San Antonio; un santo al que hay que ofrecerle algo en moneda de curso legal y así lo hice para que cuando viera a cierta persona que pide entregárselo. Pues dicho y hecho, al poco apareció lo que tanto buscaba y de desesperadísima pasé a felicísima. A los pocos días, por la calle Mayor y rozándonos, encontré a la persona a la que debía entregar la deuda contraída con San Antonio. Me extrañó que no me viera pues suele buscarme y la llamé por su nombre. Somos viejas conocidas y algunas cosas que le preocupan me traslada pero como es natural, no todas. 
Pregunté si se encontraba bien, pues iba como ausente y supuse, que debía andar sumergida en sus muchos problemas. Me puse un instante en su lugar, si yo… ¡Qué triste es salir todas las mañanas del año a patear en busca del pan! Sí, claro que recibe ayuda pero dijo algo,  que me inquietó. Solo es uno de tantos ejemplos que van a más.

ARCHIVADO EN: Calle Mayor, OMS