Froilán de Lózar

La madeja

Froilán de Lózar


El pueblo de Nunca Jamás

16/07/2021

Cuando Marina y David me llamaron desde Los Llazos para pedirme ayuda, la ilusión llegó por partida doble. Porque te tienen en cuenta, lógicamente, te siguen por aquí y por allá y valoran tu esfuerzo y, sobre todo, porque te llaman desde un lugar perniano al que se mira siempre que se habla de despoblación: Los Llazos. Y si lo que te cuentan es un proyecto de recuperación al que se va sumando gente, tienes un buen motivo para estar contento, ahora que tan pocas noticias llegan que nos den una satisfacción. Aunque de todo esto y lo que conlleva la recuperación de un importante cuadro, les hablaré con detalle en septiembre.
En junio estuvimos comiendo en La Venta Pepín. Aquella carretera que la Junta se comprometió a adecentar en 2010, después de treinta años de continuos parcheos, está hecha una mierda, está para cerrarse, está para cabrearse, para elevar denuncias a diario a quien esté al frente de carreteras en el gobierno regional, que ya no sabe uno de quién depende, a quién hay que abuchear y, sobre todo, te queda siempre la duda de que la queja sirva para algo.
Además, me llega de fuentes fidedignas que el programa de Extensión de Banda Ancha que iba a llegar a diez ayuntamientos, entre los que se encontraban Aguilar, Alar, Buenavista, Castrejón, Olmos, Pomar, Respenda, Santibáñez, Triollo y La Pernía, ha perdido a los dos últimos, quizá, los más alejados, los más necesitados. Parece que no se contempla dar servicio a La Pernía y Triollo y hay mucha decepción porque van a decirnos que tendremos que esperar a otra remesa, otros diez años, tal vez treinta, tal vez Nunca, para nada, como si esta tierra no estuviera en ninguno de sus mapas. Si a tantos olvidos le sumamos la inestabilidad que suscitan los cuarteles cerrados, ya podemos cansarnos de pregonar montaña palentina o de programar conciertos sanitarios con la región vecina, que nunca lo veremos materializado. Para ellos somos el pueblo de Nunca Jamás. Nuestro cabreo no tendrá consecuencias y quienes tanto daño nos hacen con ese afán de ocultamiento, seguirán tan frescos en su trono, que parece que ahora lo que importa es reinar hasta después de muertos.