José Javier Terán

El rincón palentino

José Javier Terán


Trabajos diferentes

26/01/2022

A veces, nos metemos tanto en la rutina del día a día, con las horas de trabajo acordadas, las horas de descanso posteriores y las horas restantes de sueño en una sucesión normal de los acontecimientos, que no nos paramos a pensar en las personas que, en sus trabajos, vienen obligadas a realizar por ejemplo turnos –sobre todo de noche-; con lo que las otras partes del día, digamos el tiempo de descanso y el de sueño, quedan trastocadas por completo.  
Y aunque hablemos de los mismos trabajos, al ejecutarse en diferentes horarios y en circunstancias desiguales de la persona, pueden resultar a priori distintos a la hora de realizarlos.
Aquí podríamos incluir a una amplia serie de colectivos a los que afectaría, desde los sanitarios a las fuerzas de orden público, pasando por los trabajadores de grandes empresas con tres turnos de trabajo, los vigilantes, los transportistas, los maquinistas de tren…, con turno de noche específico por su respectiva profesión; mientras que a esas horas el resto se recoge en sus casas para el período de descanso y del reparador sueño; todo ello dentro de una progresión lógica de los acontecimientos.
Aunque luego, habrá entre esas personas aquellas que, por la fuerza de la costumbre o porque saben que la profesión que eligieron así lo requiere, que llevarán a las mil maravillas realizar sus tareas laborales en la noche; cuando de otra parte, habrá seguramente un buen número de ciudadanos que lo verían de difícil realización para ellos, pues están convencidos de que la noche, de manera general, se hizo para descansar.
Y es que, de entrada y a título ilustrativo, resultará muy diferente patrullar por la ciudad -en referencia a las fuerzas de orden público- en jornada de mañana o de tarde, con las calles llenas de gente y con la actividad laboral viva y en plena efervescencia, que hacerlo durante la noche en la soledad de las calles y con un silencio extremo en todos los lugares de la misma.
Porque claro, alguien tiene que estar despierto y velando por el resto en la noche, mientras los demás descansan cara a la jornada siguiente; como durante la mili el turno de imaginarias.