Luis Miguel de Dios

TRIGO LIMPIO

Luis Miguel de Dios

Escritor y periodista


Pegasus

10/05/2022

¿En qué quedará el ya famosísimo Pegasus? Hay opiniones para todos los gustos. Unos piensan que se irá diluyendo conforme pasen los días y que nuevas noticias-escándalo le restarán protagonismo. Otros consideran que sus repercusiones serán muchas y gordas y que, incluso, pueden romper la coalición de gobierno y provocar elecciones anticipadas Y un tercer grupo opina que serán las resoluciones judiciales y los movimientos políticos los que marquen el futuro sin llegar ni a que se olvide el asunto ni a ocasionar la ruptura entre PSOE y Unidas Podemos. El tiempo nos lo dirá, como nos dirá también si se restablecen o no las relaciones entre el Gobierno central y la Generalitat, pendientes, parece, de una reunión entre Pedro Sánchez y Pere Aragonés para la que, de momento, no hay ni fecha ni orden del día. Todo está en el aire, y España, una vez más, vinculada a lo que suceda en Cataluña. Da la impresión de que no hay manera de afrontar los problemas comunes a todo el país sin que se mezclen con lo que sucede allende el Ebro. Y la pregunta es obligada: ¿habría adquirido el caso Pegasus la dimensión que ha adquirido si no hubiera estado por medio el espionaje a los independentistas catalanes? Tengo para mí que no, ni siquiera con el vaciado de los móviles del presidente del Gobierno y de la ministra de Defensa. Sin embargo, amigo, salieron a relucir los nombres de dirigentes catalanes, todos ellos secesionistas, y la cosa se complicó mucho. El espionaje del Pegasus (así, en abstracto) ya era gravísimo de por sí, pero con Aragonés y compañía dio un salto cualitativo: ya no solo nos roban y nos marginan y etc, etc, sino que nos espían. Alimento para cebar el victimismo y retomar la supuesta guerra de España contra Cataluña, de los malvados, y fascistas, españoles contra los inocentes catalanes, superdemócratas ellos (éstos últimos, claro). Conviene, por tanto, aclararlo todo. Y cuanto antes. Quizás Aragonés y compañía no se den por satisfechos con ninguna explicación (les interesa mantener la tensión), pero Pedro Sánchez tiene que intentarlo y no dejarse nada en el tintero. En estos temas, la democracia no admite bromas.