Ilia Galán

Ilia Galán


Residencia

05/12/2022

Hablando con el alcalde, en una población de otra región, sobre proyectos que podrían hacerse bajo su dirección, me comentó cómo con el vacío convento, cuya compra preparaba el ayuntamiento, ante la retirada monacal, tenían un proyecto innovador. Lo nuevo tenía que ver con lo viejo.
Suele pensarse en un turismo variado de diversas edades o en atraer jóvenes a los pueblos para que los repueblen, pero no en atraer pensionistas, y de esto trataba el proyecto, hacer volver al pueblo a quienes se fueron. Crear un centro de actividades varias para quienes ya se retiraron, por la edad, de sus trabajos. Desde ahí, servicios asistenciales para los habitantes de las terceras edades, masajistas, enfermeros, acompañantes, etc. Sirviendo a domicilio según las necesidades; luego, habilitando habitaciones para los que sufrieran dependencia severa y cuidados más intensivos que los habituales. Manteniendo la capilla, se harían también en otras estancias exposiciones, creativos talleres, conciertos y una red de servicios para las aldeas de los alrededores. Esa red necesitaría de asistentes, técnicos, etc. Todos estos serían ya gentes jóvenes o de media edad que traerían también familias y niños si hallaban trabajo y dineros con los que poderse asentar.
La población mayor crece, los niños apenas nacen, así que hay quienes miran el futuro de quienes son sobre todo memoria y pasado, pero para continuar viviendo cada presente plenamente o lo mejor que se pueda. Ayudarse unos a otros y crear nuevos puestos de trabajo, cuidar el patrimonio y permitir que las residencias de ancianos rejuvenezcan los lugares donde se asentaron.
Mejor sería que el triángulo de la población fuera de otro modo y que hubiera un relevo entre generaciones, que nazcan quienes pueda sustituirnos en el futuro, pero si la tendencia continúa con su curva dramática, al menos aprovechemos lo que podamos sus oportunidades y que haya elementos de comedia y esperanza. Palabra hoy que resuena algo más extraña, pero sin duda necesaria, pues quien desespera ni lucha ni se mueve por cambiar nada, entre oscuras apariencias. Mas en la noche habitan las estrellas.