Aurelio Martín

LA COLUMNA

Aurelio Martín

Periodista


Nuevo reto presidencial

27/07/2020

Que el comportamiento de la Unión Europea en esta crisis derivada de la pandemia haya sido radicalmente diferente a la anterior, con la recesión, el salto por los aires de la burbuja inmobiliaria y el rescate de bancos, es una cuestión a valorar en cuanto a que recupera cierta confianza en el valor de esta Comunidad de 27 países, donde los euroescépticos iban ganando posiciones, el Reino Unido se marchaba del grupo y temblaban sus cimientos, aunque se trata de una organización imprescindible, también para hacer prevalecer los derechos democráticos de los ciudadanos, aunque aún peque de excesiva burocracia y los miembros sean reacios a ceder competencias.
Por fortuna para España, las negociaciones han favorecido sus posiciones, lo que no ha sido celebrado en algunos ámbitos políticos de la oposición, criticando aplausos al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a la vez que los recibían cuando bajaban de la tribuna del Congreso. Qué diferentes son las reacciones cuando, finalmente, no fue posible que la ministra Nadia Calviño pasara a presidir el Eurogrupo, hasta había alegría ante el fracaso, ahora no ha quedado más remedio que responder con el silencio. Hubo un tiempo en que las fuerzas mayoritarias procuraban mantener un consenso en torno a  la política internacional y en la lucha contra el terrorismo. 
Ni siquiera ha habido una conjunción de planteamientos contra la COVID-19 y en la gestión del problema, que ha escrito las páginas más negras de la España de esta siglo, con miles de fallecidos y enfermos. Independientemente del comportamiento de los más populistas, quien mira de reojo para que no se le escapen los votos más a la derecha, al final, solo termina preguntándose qué habría pasado si hubieran sido ellos los que estuvieran gobernando, recordando las manifestaciones cuando se sacrificó el perro de una auxiliar de enfermería infectada por Ébola, en 2014, siendo presidente Mariano Rajoy, quien eligió como portavoz al epidemiólogo Fernando Simón, hoy tan denostado por sectores recalcitrantes, que, incluso, le critican por pasar un fin de semana de descanso en Portugal. Cosas de la vida. Otro argumento es que Sánchez no llama a Casado y, por eso, no hay entendimiento... Esto tiene una fácil solución, que el dirigente popular explique en el Parlamento las condiciones a las que está dispuesto a llegar para alcanzar acuerdos y que las conozcan todos los ciudadanos, también la respuesta. Transparencia.
Sin que hayan bajado los rebrotes y las autonomías vayan cada una con su partitura, a la vez que el Gobierno central parece que el tema le inquieta lo mínimo, el presidente tiene un reto importante, como es encontrar un consenso para poder aprobar los Presupuestos Generales del Estado, cuando sus socios de Gobierno están en horas muy bajas, sangrando por la herida las pérdida de votos en las últimas autonómicas, y quienes le apoyaron en la investidura vuelven su espalda. Veremos...