Froilán de Lózar

La madeja

Froilán de Lózar


Un reino silenciado

17/12/2021

En el resumen que me remite desde León el palentino Julián González Prieto sobre su último libro, donde se aborda la traslación de los restos de San Isidoro desde Sevilla a León, escribe: «Fue una aventura, tan apasionante como olvidada, protagonizada por figuras ignoradas de un Reino silenciado». En esa corta frase hay un mundo, lo que venimos contando de acá, trasladado a otra parte de la sociedad, allá, de la que dependimos en otros momentos de la historia: olvido, ignorancia, silencio.
Pero hay muchas voces autorizadas e investigadores de prestigio que la cuentan y mi intención en este espacio es resumirles en muy pocas palabras lo que he visto, lo que me ha impresionado, lo que me ha emocionado y lo que necesito ver de nuevo para rescatar cuando menos un capítulo de esa vida que bulle en esta ciudad a noventa y siete kilómetros de Guardo.
Como la sensación que me ha provocado recorrer las venas de su tan renombrado Barrio Húmedo, esencia de su densa historia con sus plazas irregulares y sus calles estrechas y empinadas.
Yo vine a este barrio de León con veinte años, a cantar de Castilla, que era una provocación entonces, movido por otras sensaciones, en otras circunstancias, y tengo buenos recuerdos, pero necesito volver porque, a mi edad, en mi caso, lo que te llama es conocer las historias de ciudades y pueblos, qué artífices levantaron sus murallas y templos.
Qué curioso, todo lo que hoy admiramos, esas grandiosas obras de arte que nos dejan boquiabiertos, a nosotros que tanto manejamos el futuro y que tanto protagonismo reclamamos para todo lo que hacemos, fue levantado por personas anónimas, artistas que a los sesenta años ya eran viejos o habían muerto.
Allí mismo, en la divisoria del casco antiguo con la ciudad moderna, a la vuelta de la Basílica de San Isidoro, se encuentra el pub de La Lola, el papá de los Café Quijano, que agrada a muchos y despierta odios y controversias de otros en tripadvisor. Uno no puede venir a esta ciudad con ninguna inquina hacia nadie, por lo mismo que no puede negar la grandiosidad de la pulchra leonina, una de las más hermosas y perfectas catedrales góticas, cura también contra el olvido y la ignorancia de siglos.