Atrás quedaron las vacaciones con sus olas de calor que nos han castigado sin compasión; la feria de San Antolín con sus numerosísimas atracciones y una muy buena feria taurina con buen cartel y buen ganado-incluso hubo un indulto-a pesar de la decepción de que no pudiera venir el torero de moda: el limeño Roca Rey. El balance me resultó positivo. La plaza de Campos Góticos registró una asistencia desigual, según los días, pero que, aunque no se llenó por completo, registró un número de público muy importante los días 2 y 3, no llegando a cumplirse, más que parcialmente, ese dicho irónico según el cual tenemos la plaza más grande del mundo. El coso taurino posee un aforo muy amplio -diez mil localidades- pero tiene graves deficiencias. El acceso a las gradas es muy incómodo e incluso yo diría que peligroso para las personas con dificultad de movimiento o con edad avanzada. El espacio entre una fila y otra es muy escaso y obstaculiza el tránsito produciéndose constantes pisotones. La ridícula escasez de aseos provoca largas y molestas colas para acceder a sus servicios. Son deficiencias que deberían corregirse y que harían mucho más grata la asistencia a los toros en Palencia. También podría limitarse el número muy elevado de personas que circula en el pasillo del burladero y que puede resultar un obstáculo peligroso en el caso de tener que evacuar con urgencia al personal actuante. Pero ya habremos de esperar al próximo San Antolín y disponernos a comenzar el nuevo curso con buen talante y esperanza en que cambie lo que no nos gusta, tanto en la vida política como en la escolar y académica. El curso político ya comenzó el pasado martes con la tediosa intervención del presidente Sánchez, en el Senado, de más de dos horas, que evidenció la habitual ausencia de elegancia democrática que le caracteriza, frente a la breve réplica del señor Feijóo, a quien se le llamaba al orden en cuanto superaba los brevísimos minutos concedidos. El curso escolar se presenta con el dato positivo de que ya no será necesario mantener el protocolo a que nos obligó la pandemia, pero poco se comentan otros puntos muy negativos que anuncian un verdadero caos en la organización de los cursos de secundaria con la llegada de la Lomloe. De ello hablaremos.