Elisa Docio Herrero

A vuela pluma

Elisa Docio Herrero


Crisis, vacunas e ignorancia

29/08/2021

Aunque el número de contagios no ha descendido de forma importante en los países desarrollados, sí lo han hecho las hospitalizaciones. Esta nota sugiere que las vacunas son eficientes y que ahora la pandemia se ceba, como siempre, en los pobres. Pero no nos engañemos, cualquier suceso en cualquier lugar nos repercute a todos. El conflicto en Afganistán cercena el mercado de materias primas: litio, lantano, cromo, cobre…, imprescindibles en móviles, televisores inteligentes, electrónica y electricidad. Componentes que ya empiezan a escasear hasta el punto de que Toyota Motors cesa la actividad en 14 factorías de Japón. Alemania también ha comunicado su desabastecimiento industrial. El coste del transporte se ha encarecido diez veces, los puertos de exportación están congestionados, con las tripulaciones en cuarentena. En Vietnam se permite a los trabajadores dormir en las fábricas para evitar contagios y no parar la producción. Se calcula que esta crisis costará 2,3 billones de dólares a nivel mundial y que no será solo económica, también social. Las economías más débiles sufrirán la merma de turistas, la educación perdida y el aumento del malestar social por la insolidaridad de los países ricos que acumulan y acaparan las vacunas. A lo que se suman las dificultades para pagarlas, para conservarlas y distribuirlas, o por no disponer de sanitarios para aplicarlas. La incultura añade el negacionismo ante los temores torticeramente difundidos sobre sus efectos, incluso irrisoriamente por las propias autoridades. Bolsonaro avisó de que los vacunados podían convertirse en lagartos y en respuesta del mismo nivel intelectuales y opositores brasileños se presentan a vacunarse con una cola de lagarto colgando de su espalda. Pero no es broma, durante la próxima década viviremos las consecuencias. Debemos pensar en global. www.elisadocio.com