Juanma Terceño

El hecho gastronómico

Juanma Terceño


¿Charlamos media botella?

21/09/2022

Dice asiduamente el maestro Custodio López Zamarra que el vino es generosidad, amistad, felicidad, compartir… no se cansa de repetirlo y no deja de tener más razón cada vez que se pronuncia en este sentido. Podemos extrapolar este sentido al contexto gastronómico, pero quizás en el micro universo que representa el vino dentro de él sea más significativo. Quedamos con nuestros amigos para tomar un vino, para comer, para escaparnos un día o un fin de semana… la socialización de nuestra cultura gira con frecuencia en torno a una mesa, a unos platos, a unas copas. Recientemente, en la 9ª edición del Sherrymaster del Tío Pepe, citaba el Presidente de González Byass, Mauricio González Gordon, a su padre, que solía convocar a una quedada diciendo «a ver si nos juntamos y nos charlamos media botella». Maravillosa frase, sin duda, muy explícita y cariñosa. Este pasado fin de semana convocaban Armando Guerra y Jesús Gonzáles una acción nómada del club de vinos Contubernio, en la Taberna La Tana de Granada, con el segundo como anfitrión y el primero como director de orquesta. Y allí nos juntamos unos cuantos enófilos para disfrutar de una cata distendida en torno a los vinos generosos; fuimos desde lugares como Cádiz, Sevilla, Madrid, Barcelona para, con la excusa de la cata, juntarnos, reírnos, compartir conversaciones e inquietudes, rememorar anécdotas vividas juntos y crear otras nuevas para contar en futuras ocasiones. Como nos pasó con el bueno de Toni Pérez, que lo del gin tonic sin gin que nos tomamos, algún día habrá que contarlo también, ¿verdad? Profundizando en la frase de Custodio que abre este artículo, la continuamos a menudo argumentando que se bebe vino para disfrutar y buscar momentos de felicidad en compañía, todo lo contrario de lo que significa el alcoholismo, beber para olvidar o beber por beber, pues quienes lo hacen en este sentido no lo hacen buscando la felicidad y además no beben en compañía, sino en soledad y tristeza, y generalmente no es vino lo que toman. Así pues, añado a mi vocabulario eso de charlarnos media botella, me parece fantástica descripción y declaración de intenciones para disfrutar en alegría del vino, siempre bien acompañados junto a las personas que trae a nuestras vidas.