Jesús Mateo Pinilla

Para bien y para mal

Jesús Mateo Pinilla


Derribos

03/11/2020

Los derribos se acometen desde arriba, eliminando las cúpulas, o desde abajo suprimiendo las bases. Lo mismo se hace en una nación y se transforma mejor un país derribándolo desde arriba y desde abajo, a la vez.

La introducción de Podemos en el cogobierno socialista ha supuesto una crispación social enorme que da al traste pactos sustanciales de la cogobernanza. El descrédito y las operaciones de derribo a la corona, a la independencia del poder judicial, la descarada manipulación de las encuestas por el CIS de Tezanos para uso partidista, la manipulación de las reglas censales, la introducción de la ocupación de viviendas, las modificaciones a la Ley de alquileres… todo ha subvertido a la sociedad desde arriba y hacia abajo.

Paralelamente se han introducido en nuestro país elementos entrenados de guerrilla urbana, los llamados activistas, siendo activista condición suficiente para ser concejal. Un amigo decía: “mi novia quiere dejar de ser concejal, es activista”.

La guerrilla urbana de los grupos antisistema se ha ido preparando en Barcelona a la salida del fútbol con las carreras delante de la Policía como si fueran sanfermines, con la quema de contenedores, tirando cohetes y fuegos de artificio, estudiando estrategias policiales.

Lo vimos en la Barna independentista y en Sevilla con el Covid. Y a la vez presenciamos el derribo de España desde la cúpula, con Puigdemont, el mando, la Generalitat, con el juego de las urnas electorales, la circunvalación de edificios significativos… todo de manual: “Cómo derribar España desde la extrema izquierda”.

Sun-Tzu en el siglo V a.C. dijo: “La guerra es una contienda moral que se gana en los templos antes que en batallas”. El independentismo penetró en la sociedad. Gramsci decía que “la conquista del poder cultural es previa a la del poder político y se logra mediante la acción concertada de los intelectuales llamados 'orgánicos’, infiltrados en los medios de comunicación, expresión y universitarios”. Paralelamente, el estatuto que aprobó Zapatero colocó la base política y ahora nos confirma la estrategia el posible ofrecimiento a Puigdemont de 10.000 soldados rusos para su lucha independentista. Algún día, sabremos la verdadera adscripción de Puigdemont.

La izquierda extrema se especializó en derribos.