El viernes, 26, último de mayo, se inauguró, en Madrid la edición octogésima segunda de la feria del libro; la más grande de España y una de las más importantes del mundo que celebra la pervivencia del libro. Las sociedades humanas en continuo cambio, lo han mantenido a lo largo del tiempo. Hace miles de años que existe bajo muy distintas formas y  con materiales muy diversos -en la actualidad en diferentes soportes- pero siempre transmisor de la historia y la cultura de todas las civilizaciones. Desde el libro para el baño del bebé hasta el más abstruso tratado de filosofía, pasando por absolutamente todas las ramas del saber, siempre podremos encontrar el libro que necesitamos y que será nuestro más fiel compañero de vida. Nunca como ahora se han publicado tantos libros, mayoritariamente novelas. El relato de extensión variable ha sido siempre el género más popular. La creación de inolvidables personajes como Don Quijote, Ana Ozores, Raskolnikov o Gregorio Samsa son, para los lectores, tan reales, o más, que muchos personajes de lo que conocemos como la realidad. Dice Vargas Llosa que siempre tuvo una relación claramente pasional con Emma Bovary, personaje literario que, gracias a la maestría con que lo creó Flaubert, operó sobre su lector  un hechizo poderosísimo. Esos personajes que marcaron nuestra vida con su poder de persuasión permanecen inmutables a lo largo del tiempo: no envejecen, su personalidad se mantiene para seguir aportando al lector horas en que sumergirnos hondamente en su peripecia. Basta con abrir el libro para vivir momentos mágicos de placer intelectual y estético. Una buena novela es infinita. En cada nueva lectura hallamos detalles en que no habíamos reparado, nuevos aspectos que descubrir que hacen que ese libro sobreviva a su tiempo y circunstancia. Cuando encontramos esa novela que nos conmueve, nos emociona y nos atrae de modo irresistible, la hacemos nuestra, permanece en nosotros, volvemos a ella en cualquier momento. Pronto estaremos en Palencia celebrando nuestra feria chica. En el Salón se instalarán las casetas de los libreros con su generosa oferta al alcance de todos. Aprovechemos la ocasión. El libro es un regalo siempre bien recibido. ¡ Feliz Pentecostés con libros!