Diego Izco

TIEMPO MUERTO

Diego Izco

Periodista especializado en información deportiva


Lo antideportivo

06/04/2021

Ahora están entretenidos con asuntos más importantes y no hay que distraerles, pero si pudiésemos enganchar a algún portavoz de Sanidad y le pidiéramos un informe detallado sobre el origen de los traumatismos, luxaciones, esguinces y fracturas en este país, comprobaríamos que un buen porcentaje de ellos fue consecuencia directa de un «no hay huevos», la provocación por antonomasia. Es posible que provocar lleve moviendo el ánimo del deportista desde que el mundo es mundo y a Filípides le dijeron «no hay huevos a llevar esta carta, que anuncia nuestra victoria sobre el ejército persa, corriendo de Maratón a Atenas». Igual no fue así, pero Filípides llegó… y murió exhausto.

Este fin de semana, en la Liga japonesa (un excitante duelo entre Cerezo Osaka y Sagan Tosu) el visitante Seok-Ho tiró una patada al aire cerca de Okubo, que empezó a dar volteretas y cabriolas por el césped, golpeándolo con la mano y gritando como un gorrín el 11 de noviembre, San Martín. Seok-Ho fue expulsado. El comité de turno le quitará la sanción al coreano, pero el daño deportivo ya está hecho. Igual que en Pamplona, donde se han hecho virales dos piscinazos del Getafe, uno de Cucurella y otro de Aleñá: el primero da varias vueltas sobre el césped (cae riéndose) después de que Vidal toque claramente la pelota y el segundo, al pasar por delante de Oier (que acababa de ver amarilla), se tira sin que le roce, acompaña la caída con un grito desconsolado y se levanta enojado pidiendo la segunda tarjeta para el capitán navarro.

¿Por qué el VAR, si ha llegado para ayudar, no entra en jugadas claramente antideportivas, provocaciones televisadas con mil repeticiones, que hacen mucho más daño al fútbol que un gol en fuera de juego por cinco centímetros?

ARCHIVADO EN: Sanidad, Maratón, Pamplona