Jesús Quijano

UN MINUTO MIO

Jesús Quijano

Catedrático de Derecho Mercantil de la Universidad de Valladolid


Acuerdos

22/06/2020

Es un motivo de satisfacción que en el ámbito de la política regional se haya alcanzado un acuerdo de los que tienen por finalidad contribuir a la reconstrucción en diversos aspectos que se han visto dañados o desbordados por la pandemia. Lo firmaron los distintos grupos que tienen presencia en el Parlamento regional, salvo Vox y la UPL, y, lo mismo que criticamos a los agentes políticos cuando ponen por encima del interés general, tan perceptible en estos momentos, otros intereses, debemos felicitarles, y felicitarnos, cuando son capaces de llegar a acuerdos. En este caso, el PSOE, el PP, Ciudadanos, Podemos y el grupo Por Ávila, lo han hecho.
El contenido del acuerdo es ciertamente variado. Más de 80 medidas y compromisos para cuya formulación todos habrán debido poner algo, sea la iniciativa de proponerlas, sea la voluntad de aceptarlas. Abarcan todos los sectores y las materias que son competencia de la Comunidad Autónoma, desde la sanidad y los servicios sociales, hasta el apoyo a las empresas, y van acompañadas de la correspondiente previsión económica y presupuestaria. Destacan, sin duda, las medidas relativas a la sanidad, con prioridades claras en la mejora de la atención primaria y en la dotación de medios personales y materiales; la experiencia por la que aún estamos pasando es muy ilustrativa sobre las carencias y las necesidades en este ámbito, y, haya o no rebrotes venideros, se ha hecho urgente estar más preparados de lo que estábamos, por lo que pueda venir. Los consultorios, los centros de salud, los hospitales y, por supuesto, las residencias de mayores, los centros de día, y otros centros especializados en la atención social y en la dependencia, se han convertido en lugares estratégicos de primer nivel. Y bien que lo sabemos, porque hemos tenido la ocasión, mal que nos pese, de comprobarlo de cerca.
Pero esta vez, además de apreciar el contenido, corresponde poner en valor el propio hecho del acuerdo. En esta Comunidad nuestra siempre se mantuvo un ambiente político de razonable concordia, compatible con la legítima discrepancia; más allá de episodios puntuales, el clima general tuvo más de cordial que de agresivo, y fue así desde el principio. ¿Tendrá algo que ver con la forma de ser que se cultiva por aquí? Seguramente. Cuidémoslo, en todo caso; que anda caro ese material.