Carmen Arroyo

La Quinta

Carmen Arroyo


Mares y travesías del S. XXI   

02/07/2020

 

Un buen amigo sacerdote, Eduardo de la Hera Bujedo, vino y nos dedicó su último libro. Así título la columna: Mares y travesías del S. XXI. Cien relatos para un viaje. Cada una de sus obras supone una sorpresa agradable e inesperada. Eduardo escribe desde la profundidad de un hombre cultivado que reparte a manos llenas, en sus libros, un exquisito y cuidado bagaje cultural adquirido durante largos años de meditación y lecturas bien escogidas sobre las que ha ido asentando las bases de su profunda humanidad y su personalidad. Por algo tuvo dos buenos maestros en el seminario: Manuel Carrión y Laurentino María Herranz. A ellos dedica este libro.
Hay maestros que logran que la vida sea una travesía plena y placentera; puesno solo de pan vive el hombre... El autor hace la suya, más no en soledad; desea compartir amistad y palabra, comprensión e indulgencia, esperanza y ayuda en caso de «naufragios y náufragos» y, ¿por qué no?, la alegría y la felicidad en las «travesías bonancibles, los gozos del viaje, lo bueno de la vida». Un detallado programa que espera la decisión de subir o quedarnos en tierra y ver pasar la nave desde la arena.
Escribe Eduardo que «Somos personas del ser, del estar y del acontecer. Hacemos camino entre todas las luces: las de la noche y la indecisa luz del día». 
Y como el tiempo no tiene retorno, el autor se apoya en Virgilio quien, en sus Geórgicas, nos dejó: «Pero huye entretanto, huye irreparablemente el Tiempo» y  advierte  de que «un viento empuja la nave deprisa, demasiado deprisa». Y nos interroga: «¿Vivir siendo y compartiendo o vivir teniendo? La elección marcará nuestra vida. Jorge Manrique escribió: «Ved de cuán poco valor/ son las cosas tras que andamos/ y corremos, que/  en este mundo traidor/ aún primero que muramos las perdemos». 
Añade Eduardo de la Hera Bujedo que la muerte, sin previo aviso, nos cerrará el camino y entonces, el tren o el barco de la vida seguirá su marcha sin nosotros y aquí dejaremos todo lo que hemos poseído. Este libro invita a medir el momento en el que estemos: cercano ya el final, en plenas fuerzas o iniciando la vida. Miremos lo que hay entre las manos para unir los dedos y no dejar escapar esa agua  que se nos regala. Gracias, Eduardo por este nuevo libro.