Ilia Galán

Ilia Galán


Ciudad y enjambres

09/05/2022

Río, pero tal vez debiera llorar: ¡He pisado una hormiga..., y no ha muerto! Sus patitas se retuercen con apariencia dolorida y yo pretendo seguir mi camino, tengo prisa... Nadie me ha visto. Volví a aplastarla, muerta quedó. Cerca descubrí una hilera de otras muchas, algunas también difuntas, alguna moribunda. Repetí la acción con la suela ferocísima de mi zapato. Soy un gran criminal, lo confieso. No debía haber caminado por la hierba. ¿Cuántos insectos, cuántos lindos gusanitos habré matado sin quererlo? ¿Cuántos heridos se quejarán al buen Dios en el juicio final por mi falta de sensibilidad y trágica crueldad? Y eso que no saben la hecatombe que con mi coche en primavera procuro cuando cruzo los campos y arraso con grandes colonias de volátiles, sobre todo moscas, avispas y mosquitos. ¡Qué importa que estos insectos piquen y sean molestos! ¿Acaso no tienen derecho a su ración de sangre y a una vida digna? 
No, no, no se asuste, querido lector, tal vez ya ofendido, podremos incluir cuando la barbarie humana lo acepte a otros organismos, como cucarachas, amebas y plantas, claro, atacadas por todos, ¿qué decir de los perseguidos y denigrados virus o las bacterias? Esta corriente de bondad universal eliminaría así los antibióticos... Que mueren muchos niños y gentes en la plenitud de sus vidas; al menos será de modo natural y no provocado por nuestra crueldad.
Todo esto me sugiere la frase que he leído en estas páginas, pues habla de las zonas verdes que en nuestra ciudad y capital acogerán cazaenjambres: «Procederán a su instalación cumpliendo estrictamente la normativa vigente en lo referente al transporte y bienestar animal, considerando el mínimo impacto y molestias a la población.»
Son muy importantes las abejas para polinizar y, ¡qué rica miel les robamos! Pero apenas parecen sufrir porque su sistema nervioso es muy elemental. El bebé lloró, súbito fue su olvido; el dolor humano adulto es mucho más sentido, por la consciencia. Buena iniciativa, evitar la extinción de abejas y que no molesten a los ciudadanos. Pero exagerar su bienestar, cuando el mendigo no tiene donde morar está mal...

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