Carmen Quintanilla Buey

Otra mirada

Carmen Quintanilla Buey


Les falta un chun chun

26/02/2021

La política, en la actualidad, se ha convertido en el garbanzo negro de la olla. Carlos Arguiñano, ese famoso cocinero vasco dice que cuando un caldo está soso es que le falta un chun chun. Y nos muestra un cuadradito marroncillo de unos tres centímetros y que, al parecer, con eso basta para que aquello que se cocina se convierta en manjar de reyes más o menos eméritos. Bueno, pues vamos a ver si con un simple chun chun, en lo que se guisa en nuestro Gobierno y lo que malcomemos los que de él dependemos, logramos ese punto justo para que todo nos sepa rico, rico, y además sea digestivo, teniendo en cuenta que los tales menús que hasta ahora nos ofrecen no son gratis. Algunos políticos actuales se han convertido en simples marionetas que bailan al son que les tocan. Y si los instrumentistas son prestigiosos, pues bueno, bailamos todos, pero si solamente bailan cuando canta La Martirio... El Arrebato... y otros por el estilo... pues mejor será que nosotros, aunque sea a escondidas, colemos los cuadritos de chun chun en los calditos y logremos que nos sepan ricos, ricos. Estamos sumergidos en una España de contrasentidos, y si me atrevo a hablar de ello, siendo para mí un tema muy arriesgado, porque no me gusta la política, y como consecuencia puedo ser incongruente, es porque mi punto de vista, aunque no sea de libro, no siempre quiere permanecer con los ojos cerrados. No me gusta presenciar debates repercundantes en la gente sencilla que espera soluciones nobles, justas y acertadas, y solo encontremos insultos, contradicciones, lucha encarnizada, desprecios, burlas, gestos, pitorreo, cabreo... allí se echan la culpa unos a otros sobre asuntos pasados, olvidando urgencias presentes, y escarbando en sótanos, con olor a humedad y papeles amarillentos. Cuando aparece el derecho al pataleo, todo vale a la hora de apabullar. Cualquier día se buscará al responsable de que María Antonieta terminase en la guillotina. En los tales debates, importa tres narices el pan del hambriento, el desahucio, la violencia de género... allí se demuestra que para violentos, ellos. Y yo, con esta falta de chun chun entre lo que leo, oigo, percibo y presiento, noto que mis digestiones se convierten en indigestiones.Y si pretendo hacer un verso, me sorprende que sólo consiga rimar Gobierno con infierno.