Entramos en un año que viene precedido de una pandemia universal, con un obligado cambio social y esperamos del nuevo vencer con las vacunas al mezquino coronavirus. El inicio de la década de los años 20 del siglo XXI tiene algunas semejanzas a la década de los años 20 del siglo pasado: salían de una gripe con mucha mortalidad y una profunda crisis económica. Esa década conocida como los «felices años veinte», tras el desastre de la I Guerra Mundial, abrió las puertas a una etapa expansiva de la economía mundial. Aunque no fueron para muchos tan «felices» como se puede entender, propició un clima de euforia, confianza en la recuperación y relajación de costumbres. 
¿Volverán esos «felices años 20»? Hay quien asegura que la historia es pendular, yo creo que no se repite tal cual, aunque no hay duda que hoy existen procesos similares. Entonces la recuperación comenzó en EEUU y Europa, años más tarde, fue saliendo del desastre de la guerra y de la gripe del 18 que había causado millones de muertos. Entonces, nuevas fuentes de energía como la electricidad y el petróleo desarrollaron la industria de la automoción. La agricultura se benefició también del rápido progreso tecnológico (uso de abonos artificiales, mecanización, pesticidas), lo que permitió el crecimiento de la producción. Pero lo malo es que en ese periodo, de relajación de costumbres, echaron raíces ideologías totalitarias y populismos.
El estallido de la crisis de 1929 reveló la fragilidad de la prosperidad de los años 20, aprendamos de la historia y no perdamos de vista la realidad. La agricultura sale de una buena cosecha, la pandemia y los confinamientos han logrado que la opinión pública sea más consciente de la importancia de la cadena alimenticia y de lo que cuesta llevar los productos frescos a la mesa. Sin embargo, los agricultores y ganadores españoles no lo tienen nada fácil. El sector primario es vital para la supervivencia del ser humano, pero paradójicamente es uno de los menos rentables del planeta. Uno de los temas más acuciantes de la agenda europea para este año es precisamente la reforma de la PAC. Veremos cuál es el impacto en el campo.