Los problemas que causa el gobierno de Podemos en la nación son visibles y también a los ayuntamientos en que gobierna. Empezando por el despropósito de Barcelona con Ada Colau, a la que ahora nos pone como ejemplo Lilú, la niña de Verstringe, frente a Madrid. Incluso el malestar llega a pequeños municipios del alfoz de grandes ciudades. Como La Cistérniga o Santovenia, en Valladolid.
Días atrás, en estas páginas citaba a La Cistérniga por existir un problema de okupación ya que en una manifestación antiokupa a la que allí asistí, me comentaba una edil del PP que Santovenia, su pueblo, se había convertido en un avispero sin ley. Poco después desgraciadamente los hechos le daban la razón con un policía asesinado y otro civil muerto.
Ahora vuelve a ser protagonista el municipio cercano a Valladolid de La Cistérniga, donde en un local utilizado para fiestas se mataba con un disparo a un joven de 25 años. Las causas, el mal vivir y la autoridad municipal que lo tolera. 
Se puede ver cercano al pueblo la existencia de un antiguo merendero y restaurante de festejos. Espacio destinado a reuniones, bodas y discoteca. La carencia de permisos, salidas, insonorización, equipamiento antiincendios… es una realidad, pero la alcaldía por no enfrentarse no lo cierra. Dice que solo son personas poco recomendables, como los okupas que desalojaron de su vivienda a dos ancianos y se enfrentaron a los periodistas de la Griso. ¡Mientras estén alejados del pueblo! piensa la alcaldesa. Pero se ha creado un clima de peligrosidad que destroza la convivencia ciudadana. Y al municipio tratan de apaciguarlo instalando cámaras de videovigilancia que bienvenidas sean. Algo es poco. Pero el problema es de raíz. 
Este enclave debe volver a ser el municipio donde reinaba la tranquilidad, hoy permutada en tiroteo y asesinato. 
Yo temo que no aprendamos y sigamos votando a los ediles con interés ciego. Tengan en cuenta que ellos forman los pactos y posteriormente ellos establecen los alcaldes. Por el interés de todos han de endurecerse las leyes y sus penas, esto ha de cambiar, para volver a formas de vida de cohesión y convivencia.