Dionisio Lamas Muñoz

Tribunal Libre

Dionisio Lamas Muñoz


La Justicia

22/03/2021

Desde el principio de la humanidad, el ser humano, hombre o mujer, ha  ansiado la Justicia con esforzado tesón. Ha sido su finalidad fundamental por encima de otros menesteres y valores, fuera esta divina o humana, y ante el sufrimiento injusto, oriundo: de la pobreza, de la humillación, del desprecio, del pillaje. En suma, del despojo que ejerce la prepotencia y la soberbia de quienes creen ser fuertes, o de quienes son despiadados y no alcanzan el más mínimo rasgo de humanidad en su corazón y en su conciencia.
 Las mayores injusticias en los siglos pasados fueron el exterminio total de las gentes de pueblos y aldeas inocentes y sin culpa alguna, ante las invasiones y por no pertenecer a la raza o la religión del invasor. Los tiempos presentes son una prolongación de aquéllos, en medio de las altas tecnologías, la injusticia sobresale en cualquier espacio social, y la Justicia por la que claman todas las naciones del mundo, es ignorada por quienes pretenden un mundo cautivo sin moral alguna y sin derechos divinos como el de la vida, la dignidad, la paz y en trabajo.
La Justicia es un horizonte ansiado por toda persona humana, y es un valor que debe situarse por encima de los poderes de la Tierra y sus sombras. La solidaridad entre las naciones, los pueblos y las gentes, es Justicia; amparar a los desdichados, los sencillos y los humildes, es Justicia; fundirse en un abrazo con los abandonados, los que padecen enfermedades físicas o psicológicas, es Justicia.
El acto de la Creación por el Altísimo, es un hecho de Justicia para todo el Universo, el cual discurre en su evolución y en su expansión por la historia de los siglos ante la mirada de la bóveda celeste, y de tal acontecimiento de Justicia, proviene la humana, la cual es servidora de cuanto nace en cada uno de los rincones del mundo.
En nombre de la ciencia, es Justicia el descubrimiento de todo lo que suponga la vida, prolongarla y mejorarla, anulando los efectos de la enfermedad y sus males, y es injusticia cuanto provoque contiendas innecesarias, o el desorden internacional, o la desasistencia de las necesidades primarias de los más desvalidos.
El corazón, la Justicia y la fe, son el aliento de vida de cada ser humano.