Víctor Corcoba

Algo más que palabras

Víctor Corcoba


Reinventarse

29/09/2020

Es humano reinventarse en la toma activa de nuevas actitudes; salir de nuestro indiferente espíritu y entrar en la acción liberadora, cuando menos para decidir nuestro propio camino, con nuestro específico andar. Pensemos que cada cultura es un espacio viviente, y como tal, un área de reflexión. Quizás no conseguiremos modificar una situación que nos causa sufrimiento, pero siempre podremos elegir el talante con el que afrontar ese dolor. Ahí está ese virus microscópico, el COVID-19, bajándonos del pedestal; poniéndonos de rodillas a los humanos, colocándonos en una espiral descendente de ruina total y de pobreza creciente. Ante esta tremenda realidad, debemos asegurarnos de que las respuestas nos reviven, de que nos hemos de entender todos con todos, para reorganizarnos a un futuro más esperanzador, que sirva para reconducir las economías y conducir mejor las sociedades globalizadas. Nadie puede quedar excluido. Necesitamos reconstruirnos en familia, cada cual desde su misión, sin obviar que, en el alma de esa existencia, por minúscula que nos parezca, siempre habrá un testimonio de luz. Nuestra mejor visión pasa por ver en sueño las cosas invisibles, que son las que nos alivian nuestras miserias mundanas. Nada sucede si antes no es imaginado.
Indudablemente, en ese reinvento hay que optimizarse con la cultura del abrazo y la sabiduría de pertenecerse a ese orbe de ideas y anhelos alcanzables. Hoy el poder nos considera un mero objeto, que mientras vale tiene futuro y luego se arrincona. Seguramente, todo cambiaría, si en verdad tenemos los mismos derechos y somos igualmente válidos, independientemente de la etapa de nuestra vida en la que nos hallemos. Lo prioritario, a mi juicio, es hacer que las familias cultiven sus vínculos y reemprendan colectivos responsables. Sin duda, el mejor contrato social, es aquel que nos restaura y encamina hacia un ánimo cooperante, en el que se valorice la quietud que expanda y el valor de la unidad que imprima. Lo importante es salvaguardarse contra el mal uso de nuestra propia tecnología y estar atentos a esas señales normalizadas de odio y venganza, que campean a sus anchas por nuestra mirada, cada día más deshumanizada y perdida.