Julio César Izquierdo

Campos de Tierra

Julio César Izquierdo


Al retestero

06/08/2022

Pues no es nada bueno, porque se te puede quedar la testa desvaída como si no hubiera un mañana. Y aquí de lo que se trata es de sobrevivir al estío, aunque sea refrescándote con la manguera del patio a troche y moche, adaptando el cuerpo a una temperatura más agradable, alejada de aires acondicionados y playas arenosas que andarán estos días abarrotadas de personal, olvidando inflaciones, precios de carburantes y otras minucias otoñales que nada tienen que ver con nosotros. Hoy por hoy lo que toca es tirar de botijo de pitorro gordo y barra de hielo como para hundir un petrolero, pero sin derramar una pizca. Que tampoco es plan de ponerse corrosivo y contaminante. Claro que, uie A saber, que a lo mejor es que ya no nos acordamos de calimas pasadas, o simplemente es que hemos roto el termostato y nos regimos por termómetros cuyo funcionar desconocemos. Que a lo mejor es así y nos la están metiendo cuadrada. Eso. Ironías que no van a ningún sitio, pero lo que resulta evidente es que algo está cambiando en el tiempo y los tiempos son otros. Otros que a lo mejor no somos nosotros. Desvariando. Casi seguro, porque a pesar de rifarse la sombra, se cotiza tan al alza que uno no alcanza a refugiarse en ella. Se está convirtiendo en una quimera que pide chopera, boina y remojar los pinreles en el río. Que, en resumidas cuentas, no deja de ser un acto barato, sostenible y saludable. En el peor de los casos, nos conformaremos con un balde. De los verdes, naturalmente. Va.

ARCHIVADO EN: Sequía, Precios