Víctor Corcoba

Algo más que palabras

Víctor Corcoba


Reconocernos

12/07/2022

Nunca es tarde para el reencuentro con uno mismo y para meditar sabiamente. Ciertamente es todo un arte para el que hace falta vivir y amar, hallarse y reconocerse en el tiempo, pasar revisión y enmendar todos aquellos comportamientos que nos trastocan lo innato de la sensatez y hasta nuestra propia voluntad. Al fin y al cabo, tan substancial como fortalecer los derechos humanos es generar un clima espiritual que nos ayude a crecer en esta conciencia. El mundo está demasiado oscuro y tenebroso, tenemos que divisar esa luz que nos ilusione, acogerla y darle espacio en nosotros, en nuestros hogares, en nuestros pueblos y ciudades. 
Todos necesitamos reconocernos en nuestros pasos, provengan de sociedades ricas y avanzadas donde se dan amplios fenómenos de pobreza relacional, a pesar del bienestar económico general, o procedan de humanidades descontroladas y míseras cuyos objetivos son inhumanos y absurdos. Ambos son un mal trazado, pues todos acabamos siendo presa de un desastre, que suele dejarnos sin palabras, pero también sin aliento. Sólo hay que ver la manera en la que tratamos a las gentes más vulnerables como son las mujeres y los niños. A poco que nos adentremos unos en otros, vemos una enorme cantidad de traumas y de miedos que nos impiden sonreír. Desde luego, nos merecemos una  biografía distinta, con menos tormentos y martirios. 
Ojalá aprendamos a entendernos, a pasar página entre pasado/presente/futuro y a resucitar entusiasmo en compañía, con el ánimo siempre dispuesto a tender puentes por los caminos del desarrollo humano. Desterremos el capital mercantil de nuestras vidas, la apuesta ha de ser por el capital humano para satisfacer las necesidades humanitarias y fortalecernos humanamente como tejido social armonizado. El cambio es nuestro, comienza internamente, hagamos silencio y soledad para repensar sobre los caminos recorridos y aquellos que nos esperan, despojados de intereses y abiertos a un nuevo amanecer, donde todo sea más de todos y de nadie en particular. Será saludable convertirnos en mediadores, de tal suerte que las alianzas crezcan, con la mudez de las armas, la fuerza de la justicia y el cese de toda violencia.  

ARCHIVADO EN: Derechos Humanos, Arte, Pobreza