Juanma Terceño

El hecho gastronómico

Juanma Terceño


Especialidades maternas

05/10/2022

Tiempo hace ya que quería compartir este asunto, el de esas recetas concretas que todos tenemos en nuestra memoria porque ni la suma de los mejores chefs del mundo mundial supera a la preparación de nuestras madres. Y el otro día salió la conversación, hablando con Juan Gil, compañero y gerente comercial de González Byass en Madrid y ambas Castillas, una de esas pocas personas con las que la vida te hace el Gran Regalo al ponerlas en tu camino, cuya amistad se te tatúa de manera inmediata e irremediable en lo más profundo del corazón, y que te enriquecen como ser humano cada minuto que pasas junto a ellas.
Y Juan lo sacó a colación, y el resto de los que estábamos compartiendo conversación entramos al trapo; todos tenemos esas especialidades culinarias de nuestras respectivas madres que son insuperables. 
Nos salieron los ensalzamientos de la tortilla de patatas de una, de los callos que hace otra, o las croquetas, o las lentejas, flan, pescado al horno, sopas de ajo, carrilleras… y cada uno de nosotros, aparte del amor filial y el orgullo con los que nos brillaban los ojos, argumentábamos con la seguridad de que cada mencionada excelencia es cierta en cada caso. Por mi parte, absolutamente nadie se atrevió a discutir que los pimientos rellenos de mi madre Puri son los mejores del Universo y que la receta de su sopa de pescado ya la quisieran tener en su poder algunos de los mejores Michelines del país y parte de los del extranjero.
Estamos acostumbrados a que los progenitores se vanaglorien de las hazañas de sus vástagos, por pequeñas que sean o en ocasiones exageradas o incluso inventadas, y las pocas veces que a las sufridas madres les reconocemos, aunque sea una pequeña parte de su talento y dedicación, no estamos más que haciendo justicia a la esencia de la construcción de nuestra sociedad. Porque si hay un perfil al que se puede generalizar por su sufrimiento silencioso, por su dedicación a los demás, por ser sustento de las estructuras familiares e incluso sociales, es el perfil de las Madres. Y si encima tienen el talento para alimentarnos el estómago deleitando el paladar, además de la permanente alimentación de nuestros espíritus, educación y valores, ¿Hay algo más grande que le podamos pedir a la vida?

ARCHIVADO EN: Recetas, Justicia, Madrid