Sí, agua lleva. Pero ¿qué escuchamos el canto del agua o el ruido amplificado por los montes? El filósofo Wittgenstein nos hizo comprender que teníamos que racionalizar el ruido. Ahora escriben dos artículos, uno el, hasta ahora para mí, maestro Rafael Ansón, y que a partir de hoy deja de serlo, y el segundo de abordo de Vox Populi, José Alejandro Bara. Ansón loa a Pablo Iglesias, la coleta amputada. Habla de su casa en Galapagar como de chaletito de pueblo, sometido a injustos escraches. Olvidando, la burla a que sometía a la casta, sin discriminación, llamándola corrupta. No está conforme con los escraches a pesar de que los convocara contra González Pons, por ejemplo. Iglesias, personaje de contradicciones públicas, ha sumergido a España en una ruina ideológica y económica de la que nos será difícil salir. Y sigue su labor escondida tras las fauces de Belarra, Montero o la viudita. Piensa Ansón que Iglesias es agresivamente sincero, riguroso e independiente. ¿No ve sus lazos con el comunismo bolivariano e internacional? ¿Ansón está ciego? Alaba su pensamiento perturbador, la profundidad de sus juicios, su anticipación del futuro. Si eso hubiera sido para bien, vale, pero ha destrozado lo que podía cambiarse sin daño a la España, que le importa solo para su juego político. Las leyes y decretos que ha introducido su primera viuda han sido majaderas y promotoras de diferencias sociales. Nadie hará caso de los orgullos, educación de los trans, o de los binarios... en un futuro. Según Iglesias, no es que los medios de comunicación tengan ideología y traten de influir. «El problema es que mienten y manipulan». Y cita como analistas de su verdad a Boric, Berlinguer, Carrillo, Allende o el fusil AK-47 que le regaló Fidel Castro. Dedica elogios a Lucía Méndez, a Esther Palomera y Carmelo Romero, y como sumo hacedor al cátedro Varela Ortega y a Chomsky. Independencia liberal pura. Es consciente de los costes humanos que ha llevado su política, por la que debe ser depurado. Alejandro Bara transcribe las razones de El País por las que Feijoo no llegará a presidente. La izquierda mediática olvida los «mantras: ricos, curas, cloacas, fascistas, el genocida Franco, los represaliados, el hambre, el guerra civilismo...». Y Sánchez usa el «dame pan y llámame perro», comprando voluntades, arruinando al Estado y destruyendo el futuro. Moncloa es traidora al proteger los intereses de secesionistas, comunistas y otros. El PSOE acusa a los demás de sus propias limitaciones.