Mariti Vela Prieta

Mariti Vela Prieta


Dividir

05/09/2022

En la actualidad existe una gran tendencia a dividir el todo. Y no solo se divide el todo, sino que se dividen también las partes en las que lo hemos convertido. Y se siguen subdividiendo hasta quedarlo reducido a partículas casi microscópicas donde no somos capaces de diferenciar lo real de lo incierto o lo natural de lo impuesto por la moda de cada momento. La excesiva especialización médica deja al ser humano parcelado y conminado a un determinado órgano o sistema, aunque sea un todo que debe de funcionar en homeostasis. El conocimiento exhaustivo de una parte del cuerpo, difícilmente se correlaciona con el todo mancomunado que somos, por lo que, muchas veces, el paciente deambula de consulta en consulta sin encontrar una solución a su enfermedad sino a lo largo de mucho tiempo. Ni al embrión humano se le considera un todo, un ser vivo con todas sus potencialidades, pudiendo ser arrojado impunemente a la basura. La especialización lleva implícita cierta deshumanización. En el ámbito político, el ansia de poder origina el mismo fenómeno porque no importa el todo, constituido por quien busca el bien común, sino las partes de las que se pueda extraer el mayor rédito electoral posible. Dividiendo la sociedad, haciéndola más frágil e inestable, frenando el esfuerzo que conduce al verdadero progreso a cambio de míseros subsidios y subvenciones. Si ahondamos más en el ser humano y nos fijamos en la tan traída y llevada identidad sexual, ¿dónde queda lo femenino y lo masculino? Se ha fracturado tanto que ya no parecemos seres humanos. Ni siquiera animales, pues ellos tienen las cosas en ese tema mucho más claras que nosotros. Dividir solo genera confusión y muchas veces encamina al caos vital pues las fracciones resultantes quedan con menor energía vital en su aislada individualidad, incapaces de afrontar los problemas que se avecinan cada vez con mayor intensidad. Pero, la experiencia nos dice, divide y vencerás.