Juana Samanes

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Juana Samanes

Crítica de cine


Nuestros mejores años

12/12/2020

Una cita anónima dice: «No es el tiempo el que pasa, sino nosotros los que pasamos por él». Eso se constata en Nuestros mejores años, una película llena de nostalgia, algo que bordan los italianos, que recorre 40 años de la vida de cuatro amigos y describe sus sueños, decepciones, éxitos y fracasos.
Empezando en 1980, el viaje de Giulio, Gemma, Paolo y Riccardo refleja la imprevisibilidad de la vida tanto en lo personal como en lo profesional, mientras narra hechos fundamentales de la Historia de Italia. 
El director y guionista de esta propuesta, Gabriele Muccino, siempre busca en sus historias conmover reflejando la existencia y la personalidad de seres humanos que intentan responder a tres preguntas básicas: quiénes somos, de dónde venimos y a dónde vamos. Anteriormente a esta película ha firmado otras muy populares como Siete almas, En busca de felicidad y El último beso. De ahí que, aunque la película sea italiana, los temas que aborda son universales y cualquiera puede sentirse identificado. Desde los romances que tienen en la adolescencia a los vaivenes profesionales que da la vida, sin olvidar las traiciones que en ocasiones las ejecutan personas cercanas que nunca nadie hubiera imaginado. La misma idea, pero centrándose más en las diferencias de carácter entre dos hermanos, la reflejó el director Marco Tullio Giordana en su miniserie La mejor juventud (2003) que acercaba los acontecimientos ocurridos en su país entre 1960-1980, y que fue muy bien recibida e, incluso, premiada en el Festival de Cannes.
Se agradece que la cinta sea sentimental, emotiva, pero nunca sensiblera, y que las actuaciones sean correctas aunque, a veces, sea poco convincente que el mismo intérprete tenga que encarnar a su personaje desde los veintipocos a los 50 años.
En Italia este filme fue número uno, entre otras razones por esa mochila especial de recordar episodios que marcaron la Historia reciente del país mediterráneo. 
Y es que este relato sobre amistad y amor no deja indiferente. Es muy certero cuando afronta las separaciones conyugales, cuando hay hijos, que conduce a situaciones realmente dramáticas por sus desencuentros. No obstante, el desarrollo del filme apuesta más por lo esperanzador y positivo, ofreciendo la mejor cara de los cuatro amigos.