Editorial

La provincia es la gente que la sustenta y la mantiene viva

Diario Palentino
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Los sanitarios, el sector primario y los ayuntamientos bien merecen el reconocimiento de la población

Es una división administrativa y una forma de acotar mentalmente el territorio en el que vivimos cuando hablamos, por ejemplo, de Palencia. Es, además, ese conjunto de comarcas y esa suma de municipios con sus costumbres, su patrimonio, sus recursos naturales, su economía y sus tradiciones que, aún con peculiaridades y localismos, acaba conformando la idiosincrasia de lo palentino. Que es, no nos engañemos, similar a lo vallisoletano o a lo burgalés, pero también diferente, con rasgos particulares y hasta con un buen puñado de palabras y expresiones propias. Es nuestra provincia una de las nueve que conforman Castilla y León, comunidad de la llamada España Vaciada donde las haya, que sabe mucho de emigración, de perder a algunos de sus hijos mejor preparados y más ilustres por falta de oportunidades. Y es, por qué no reconocerlo, ese lugar que en ocasiones limita las miras de sus habitantes, encerrándolos en las viejas costumbres y en los miedos que suscitan la innovación, el cambio, el crecimiento o las nuevas tecnologías. 

 Pero, con ser todo lo citado, la provincia es  la gente que la sustenta, que se afana a diario por mantener empresas, negocios, actividades en pie, por contribuir a su desarrollo socioeconómico, por preservar su riqueza patrimonial y su legado etnográfico, toda esa gente que se empeña en mantenerla viva. Y es precisamente a la población palentina, a la que permanece en la capital y en los pueblos grandes, medianos y pequeños, a la que sigue creyendo que es posible mantenerla con buena salud, y viable tratar de acrecentarla, a la que ayer dedicó la Diputación el XXXVI Día de la Provincia.

El año pasado, no pudieron celebrarse ni el acto institucional con el que se reconoce el trabajo de los ayuntamientos y las juntas vecinales en el desarrollo y el mantenimiento de los pueblos, ni tampoco los populares que tienen como escenario una localidad, en la que el folclore hermana a los asistentes en ese espíritu unitario de la provincia. La pandemia del Covid-19 lo desaconsejó, con sus restricciones de seguridad y salud pública. El de 2021 ha sido, al decir de la presidente de la Diputación, un Día de la Provincia «de transición», que viene a simbolizar «la paulatina recuperación de la normalidad que felizmente vamos notando». 

Por eso mismo, porque las pérdidas de vidas humanas, los enfermos, las secuelas sanitarias y económicas pesan mucho en el ánimo general, y, como no podía ser de otra forma, la jornada fue un reconocimiento explícito a la impagable labor de los sanitarios, al trabajo incansable y permanente del sector primario, la agroalimentación, el transporte y la alimentación, que demostraron ser esenciales para la población, y a esos alcaldes y concejales que se mantuvieron siempre al pie del cañón por el bien de sus convecinos. A todos ellos hay que darles las gracias y con todos ellos hay que seguir luchando para que la provincia de Palencia se mantenga viva y, a ser posible, se convierta en tierra de oportunidades y del buen pasar.