Desde el pasado jueves, Palencia tiene, es posible que alguno más, sería estupendo pero lo desconozco, un nuevo habitante porque Teo, hijo de mi querida Ludi y de su compañero, Manu, ha llegado para alegrar la vida a su familia, amigos y conocidos. Bienvenido seas, pequeño Teo. Desde Diario Palentino, que se hace eco de mis palabras, envío mi más cordial enhorabuena a tus padres porque, en estos tiempos duros que corren, fueron valientes y generosos, alzaron a lo más alto la bandera de su amor y decidieron darte ese, inapreciado muchas veces, hermoso don de la  vida. Y lo hicieron por convicción personal, valorando que tu llegada a este mundo, era mucho más importante que pasar por incomodidades, falta de sueño, preocupaciones, renunciar, en una palabra, a tantas cosas buenas, que sí, son necesarias pero las que se apartan con agrado si está por medio dar vida a un hijo. 
Eres, Teo, no lo dudes nunca, fruto de esa delicada y magnífica semilla del amor mutuo entre Ludi y Manu, de Manu y Ludi, de los dos, de ese amor que aúna pensamiento y deseo en la unión íntima, en la entrega de un ser a otro ser, sin evitar la lógica consecuencia: dar vida a un hijo con el convencimiento firme de que vale la pena tenerlo. Naces un 13 de mayo, desapacible y lluvioso y, sin embargo, cuajado de esperanza para todo labrador que sabe apreciar cuán beneficiosas son estas lluvias de mayo para que la semilla germine, tome fuerza y brío y se convierta en fruto. Eres buena semilla; te irás afirmando en lo que todos desean para ti: una buena persona, desprendida y feliz. 
Dicen algunos estudios que en el año 2050 el mundo estará habitado por 9.000 o pudiera ser que por 10.000 millones de personas. Todas distintas, física y mentalmente. Estudiaréis. Trabajaréis en oficios nacidos gracias a la inteligencia, esfuerzo y trabajo de otros muchos seres humanos. Vivir será más igualitario, y el pan se ganará de un modo más justo. El bienestar no llegará solo a unos cuantos privilegiados. Tendrás 29 años y, ¡quizá!, ese sea uno de tus retos. Estarás lleno de ilusión y esperanza, hasta es probable que, al igual que tu padre, hayas encontrado a una joven buena como tu madre con la que inicies un proyecto de vida en común. ¡Suerte!