Juan Manuel Pérez

ENTRE HOY Y MAÑANA

Juan Manuel Pérez

Periodista


La isla de las tentaciones

06/03/2021

Desde que algún asesor sobreexcitado y atiborrado a series de Netflix sobre las artimañas de la política le dijo a Albert Rivera que iba a ser el Macron español, todo ha degenerado en Ciudadanos. Tengo para mí que las cabezas pensantes del partido mandarina soñaban con un país donde los electores oliésemos a Nenuco, como en las democracias nórdicas, y que íbamos a llevar a su líder a la Moncloa bajo palio, porque así lo había escrito algún guionista con una docena de másteres en estrategia y liderazgo. Aquello no resultó y ahora están como están. En el partido heredado por Arrimadas cada día tiene su afán y cada Jaimito su ocurrencia con la que echar la jornada. Una de las últimas se la hemos escuchado al vicepresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio Aguado, cuando se declaró enganchado a la Isla de las Tentaciones. Dijo que le sirve para poner encefalograma plano. Cierto es que de un tiempo a esta parte la política patria es lo más parecido a un reality, pero de ahí a desconectar con las andanzas de una pandilla de jóvenes desinhibidos que se ponen los cuernos los unos a los otros, no parece el mejor lugar donde empaparse de las inquietudes de la calle. Hasta ahora Aguado se había dado a conocer por sus implantes capilares y por llevar la contraria a Isabel Díaz Ayuso a la mínima ocasión.
No tiene ese problema de desencuentros con el presidente autonómico su compañero de partido Francisco Igea. Si al portavoz de la Junta le enmiendan los consejeros del PP, ya se encarga Fernández Mañueco de recordar quién establece los criterios de la desescalada en el bipartito regional. Las únicas tentaciones que ha visto el consejero de Transparencia en los últimos días al parecer provienen del secretario regional del PSOE, al que Igea acusa de estar intentando comprar voluntades entre los suyos para que le salgan los números de la incierta moción y le recuerda que en la lista de procuradores naranjas ninguno se apellida Tamayo. Ese sí se dejó llevar por la tentación.