Se publican periódicamente los datos del gasto en pensiones en diversos países, lo que permite, además de observar su alcance en relación con la situación económica y presupuestaria de cada uno de esos países, y el esfuerzo que supone para ellos, realizar comparaciones muy reveladoras. Uno de las magnitudes más interesantes a comparar es, sin duda, la que pone en relación el gasto en pensiones con la estructura demográfica del país en cuestión, o más concretamente con el volumen de beneficiarios que perciben esas pensiones.

Había discusión insistente, en el caso de España, sobre si nuestro país pagaba una factura en pensiones superior o inferior a la media europea. Un reciente informe del Banco de España ha venido a indicar que estamos por encima de la media, e incluso bastante por encima. De los 27 Estados miembros de la Unión Europea ocupamos el puesto séptimo, lógicamente medido el gasto no en términos absolutos, sino en porcentaje sobre el Producto Interior Bruto. En proporción, el país cuyo gasto en pensiones supone más porcentaje del PIB es Grecia, con un 16,1 %; obedece el dato a que se trata de un país con un PIB a la baja y un número de beneficiarios al alza, aunque todavía muy bajo. Después están, sucesivamente, Italia, Francia, Austria, Portugal, Finlandia, y España, nosotros con un 12,7% del PIB, siendo el 10,4% la media europea. Obviamente, el gasto y lo que supone en porcentaje, no sólo depende del número de beneficiarios que percibe pensión, sino también del sistema de pensiones vigente en cada país, esto es, la base de cálculo, la cuantía, el criterio de actualización, las modalidades, etc. Y teniendo en cuenta todos esos factores, llamará la atención que por detrás de España en gasto en pensiones estén todos los países del Este, pero también Alemania, Suecia, Holanda, etc.

Como digo, el número de beneficiarios perceptores de pensión es un dato fundamental para valorar el total del gasto. Y aquí es donde se percibe una curiosa paradoja: resulta que en el porcentaje de gasto estamos bastante arriba (el puesto 7 de 27), mientras que, en número de beneficiarios, estamos muy por debajo de la media. Comparativamente, somos el país 25 de los 27; sólo Grecia y Malta tienen una población más joven y menos envejecida que nosotros. Pero eso no va durar siempre, tal como evoluciona la demografía. Y convendrá tenerlo presente.