Elisa Docio Herrero

A vuela pluma

Elisa Docio Herrero


Yo sí me vacuno

21/03/2021

Para quien le gusten las emociones fuertes estamos viviendo un periodo de la humanidad en el que todo son sorpresas. Tan alarmante es la pandemia como el debate sobre las precauciones para afrontarla, mascarilla si-no, o los efectos de las vacunas. Nos gusta discutir. Queremos defender nuestra opinión como forma de afianzarnos y creer que no nos manipulan. Cuando aparecieron las primeras vacunas la respuesta fue: yo no me vacuno hasta que no lo prueben más, nos tratan de conejillos de indias… Incluso voces autorizadas clamaban que era imposible haber dado con una vacuna en tan poco tiempo, y recurrían a las décadas que se tardó en dar con una respuesta a la viruela, o a la difteria. Luego se demostró que los avances científicos parten de bases muy conocidas y no se necesita tanto. Ya estábamos confiados y esperando que nos tocara el turno; todos nos queríamos colar y denostábamos a los políticos, militares y clérigos que sí lo habían conseguido. Muchas asociaciones profesionales exponían argumentos para justificar ser prioritarias o de alto riesgo. En el punto en que ya nos hicimos a la idea de que nos tocaría por grupos de edad todo se calmó hasta que… ¡horror! una vacuna produce «trombosis cerebral venosa rara». Resultó que la profesora marbellí padecía «predisposición a sufrir un accidente cerebrovascular», falleció por aneurisma no hubo trombos. La proporción de casos sobre los millones de vacunados es ínfimo (11 sobre 17 millones de vacunados con AstraZeneca en Reino Unido y Unión Europea supone 0,000065%). Cualquier medicamento tienen efectos secundarios, no hay más que leer el interminable prospecto. Pero como ha dicho la Agencia Europea del Medicamento AEM: «El equilibrio entre beneficio y riesgo de las vacunas es positivo». Es infinitamente más fácil contagiarse de Covid que sufrir cualquier efecto adverso. Hay que elegir. www.elisadocio.com