Fernando Martín Aduriz

Dirección única

Fernando Martín Aduriz


Fenómeno psicosomático

08/10/2020

Si una somatización es abordable mediante la palabra, el fenómeno psicosomático (FPS) se resiste a la simbolización, pues constituye una afección del órgano de una virulencia extrema, un real sin ley, sin códigos ni patrones.
Como la tan de moda psicoinmunología, estos fenómenos son nominados como psico (psico-somáticos), lo cual se olvida en su cura. Ergo, lo psicológico juega su partida, pero ¿cómo? 
Es el lenguaje quien es deficitario cuando al unirse al organismo logra constituir un cuerpo. Partiendo de una imagen corporal, en el proceso constitutivo hay significantes que no nombran bien zonas y partes del cuerpo. No se corporifica, no se simboliza bien, y esas partes no quedan vaciadas de goce, no hay la pérdida de goce que produce el lenguaje. No hay búsqueda por fuera del cuerpo de objetos que den satisfacción, sino una fijación tóxica sobre el propio cuerpo, y ahí surge esa lesión orgánica, (mitad psico, mitad somática). Un fenómeno de borde el FPS entre los dos registros, el imaginario y el real, no un fenómeno de sentido-metáfora.
Aparecen en la conocida lista de fenómenos psicosomáticos: asma bronquial, rinitis alérgica, tics, urticaria, eczema, enfermedad de Crohn, alopecia generalizada, síndrome de colon irritable, colitis ulcerosa, síndrome de fatiga crónica, psoriasis…fenómenos sin conexión a saber alguno. Por lo cual el sujeto con FPS acaba rechazando los tratamientos médicos, y es incrédulo de lo psi. Pide ablación: «me quiten eso», pero no una búsqueda de un sentido psicológico oculto. Es algo comprensible, dado que el FPS es un tipo de escritura en el cuerpo, indescifrable, peor que la piedra Rosetta. Una escritura que muestra un cuerpo fragmentado con un órgano emancipado de la unidad corporal.
El joven psicólogo no debe buscar un nudo imaginario en lo real del cuerpo anatómico, ni inyectar significantes e interpretaciones extrañas, más bien esperar conexiones del propio sujeto, e impedir que el FPS se convierta en el protagonista absoluto. Se requiere de una cirugía mayor, la que conoce las leyes de la escritura jeroglífica. Y la diferencia entre un organismo y un cuerpo.