Carmen Arroyo

La Quinta

Carmen Arroyo


Memoria de una amiga   

08/10/2020

Tres de octubre, cumpleaños de mi nieta Jimena. Hablo con mi amiga Nieves Gutiérrez. La pandemia impedía celebrarlo. Otra amiga, Carmen Díez Rebollo, comentó que, al nacer, escribí un artículo titulado: Un eclipse para Jimena. Sí, ella nació el día del eclipse, 2005, tres de octubre. Hablaba en él de la emoción que supone ser abuela por primera vez. Me llegó con edad respetable y movió las fibras del corazón, más lógico sería hablar del cerebro, pero aquel lo relacionamos con emoción desde siempre. Es imposible hacernos las fuertes y recibir la noticia demostrando ser muy dueñas de nuestros sentimientos, nervios, alegrías, esperanzas y añadan lo que ustedes quieran. 
La verdad es que me alegré por la amiga y me dije ¡qué buena memoria tiene Carmen! Entonces tomé el libro Sentir de la palabra, patrocinado por Diputación. En él reunía 100 artículos elegidos personalmente de los que llevo publicados en Diario Palentino, gracias a que la amabilidad de sus sucesivos directores, comencé en 1986, me permitieron hacerlo, y por ello les estoy agradecida ya que supone un contacto semanal gratificante y que me ha proporcionado, siempre, satisfacción y ganas de seguir. 
En uno de los apartados del libro incluí artículos relacionados con personas y momentos vividos con intensidad. Y sí, allí estaba, largo, como escribíamos antes, es decir, sin palabras medidas para no salirnos de la planilla, hoy es así. Resumir, a veces, resulta difícil pero como me dijo mi redactor-jefe Jorge Cancho: Carmen, escribir bien o mal se demuestra en corto y en largo. Esto, Jorge, fue un acicate para seguir en el empeño. Y como el protagonista de este artículo ha sido, para mal, creo, la pandemia que se nos ha colado, dicen que para largo, cambiando nuestras vidas, añadiré que hoy, mientras escribía, por la radio me  llegó la noticia del confinamiento. Por tanto, no podré separar la no celebración de los dulces 15 años de la nieta, (gracias, Merche de la Fuente, por el hermoso ramo que encargué por medio de mi hijo Álvaro y que confeccionaste con arte y cariño), de este nuevo quedarnos en casa. Y que, ya lo dije en repetidas ocasiones, acepto con responsabilidad y ¡ojalá! todos los palentinos sepamos estar a la altura de lo que se nos pide. Por nuestro bien.