Jesús Mateo Pinilla

Para bien y para mal

Jesús Mateo Pinilla


La teoría del fin de ciclo

31/01/2023

La historia debe explicarse en su decurso, en su transcurrir para decirnos de dónde venimos y dónde vamos. El andar de las civilizaciones obedece a una evolución abierta. Las civilizaciones se desarrollan superando retos.
Heredé de mi padre varios tomos del Estudio de la Historia, de Arnold Toynbee. En ellos se dice que la historia se desarrolla en ciclos finitos, con principio y fin. Piensan que estamos en uno de ellos. Spengler así lo ve en La decadencia de Occidente, como también Jünger, o Carl Schmitt. Son adaptaciones de la creencia etrusca, del 'saeculum' romano y judío expuesta en el libro de Enoc, ahora revitalizada por la teoría generacional; hay cambio de generación en generación, según los americanos Neil Howe y William Strauss aportan en su libro El cuarto giro y Luis Riestra, García Trevijano o como escuché ayer al obispo de Valladolid, Luis Argüello. Gente de peso.
Los ciclos tienen etapas de desarrollo: génesis, crecimiento, tiempo de problemas en un estado universal y desintegración por fragmentación, hoy los nacionalismos. Eric Hobsbaum dice de ellos que son un cáncer terminal. 
También un síntoma del fin de ciclo es el 'militarismo suicida' como explica César Antonio Molina en Las democracias suicidas, como la del gobierno de Sánchez, el fascismo de Spengler o Jünger, del quien «no está de acuerdo, no sabe nada y es un fascista».
La crítica posible a esta teoría es la fijación del momento de crisis o inicio, que varía según los autores. Monseñor Argüello dice que el final de ciclo plantea una crisis ontológica, del ser, por eso hoy nos preguntamos qué papel juega el varón, anulado por las teorías 'queer' de sexo trans y binario. El relativismo de Wittgenstein engrasa: todo es relativo. Mons. Argüello dice que todo, menos el concepto de Dios.
La salida de occidente sería construir una democracia sin pérdida de libertades, como nos ha reclamado Europa corrigiendo a nuestro gobierno, un capitalismo con dosis socialistas y la aplicación de la tecnología más avanzada, la del Big Data.
Yo, me quedo con Jünger cuando dice que «sólo nos salvaremos por la poesía o el fuego».