José Javier Terán

El rincón palentino

José Javier Terán


Esto es lo que hay

24/11/2021


Me ha resultado de sumo interés -aparte de curiosa- la iniciativa puesta en marcha por el alcalde pedáneo de la localidad palentina de Moslares de la Vega -en la Vega saldañesa-, de colocar un gran cartel informativo a la entrada del pueblo con una ilustrativa y certera leyenda, donde queda meridianamente claro para caminantes y transeúntes en general, así como potenciales residentes, que en ese pueblo, a pesar de los tiempos que corren, se siguen escuchando cada día los mismos sonidos de siempre: los gallos cantando al amanecer; la campana de la torre de la iglesia marcando con su característico sonido cada una de las horas; los rebaños de ovejas saliendo al campo a pastar y dejando escuchar a la par sus esquilas o pequeñas campanas anudadas al cuello; agricultores que a bordo de sus tractores parten temprano para laborar en sus tierras; pardales, jilgueros y demás pájaros del campo que se acercan hasta los tapiales y a cada paso dejan oír su constante piar, decenas de golondrinas y vencejos chillones por demás, que al atardecer surcan los cielos en la vertical del pueblo... 
Así las cosas, le habrá parecido bastante oportuno a este regidor local avisar, a modo de recordatorio, a quienes pretendan asentarse en esta localidad, de estos detalles sonoros que cada día marcarán el ritmo del pueblo, para que luego nadie se llame a engaño; cuando le ha ocurrido que se han escuchado quejas de algún nuevo residente que pide silenciar las campanas de la torre de la iglesia, que las ovejas no porten esquilas para evitar el sonido y que pasen silenciosas bajo su ventana, o que los tractores silencien sus motores… 
Dicho lo cual, entiéndase que, si alguien está buscando un lugar de este tenor literal para residir, huyendo del mundanal ruido, sepa que en este pueblo y en otros muchos más, lo va a encontrar.  Pero advertido queda de que lo anterior no es óbice para que también vaya a escuchar regularmente esos otros sonidos del cartel informativo, percibidos en su momento y lugar adecuados, como señal de que el pueblo sigue con vida y que sus habitantes continúan resistiendo a pesar de los pesares.