Elisa Docio Herrero

A vuela pluma

Elisa Docio Herrero


La ecógrafa vidente

14/02/2021

Estoy en la sala de espera de un hospital privado a la espera de que me hagan una ecografía. Paso tres cuartos de hora entretenida escuchando la conversación que en el pasillo mantienen una mujer ataviada de vestuario sanitario con un hombre de traje de calle. El hombre cuenta su vida, que vive en Arroyo de la Encomienda, que cuando viene a Palencia a veces coge una u otra ruta para entrar en la ciudad según su mujer se lleve y le deje uno u otro coche. Cansada y aburrida de tan insulsos temas de conversación, me asomo al pasillo y veo que el espacio destinado a Ecografías tiene la puerta abierta y está vacío. Pasa una enfermera y le pregunto que qué pasa, que si estamos esperando a quien me tenga que hacer la prueba. Me señala con el dedo en la dirección de los conversantes, es esa la doctora. Alucino, protesto. Oiga llevo aquí sentada casi una hora y usted de palique. Mire, me dice, estoy haciendo tiempo porque usted aún no tiene la vejiga llena. Oiga, que estoy bebiendo agua desde las ocho de la mañana y ya no aguanto más, además, cómo lo sabe, acaso me ha leído el aura. Tengo mucha experiencia profesional, me responde. A continuación, me tumbo en la camilla y se pone a hablar por teléfono con su hija mientras me desliza el lector por el abdomen untado de pringue. Ya está, dice triunfal. Pocos días después recojo el informe y leo, vesícula de pared fina sin cálculos en su interior. Fue en ese momento cuando de verdad comprendí que estuve ante una auténtica vidente capaz de ver mi vesícula extraída hace unos doce años. Lástima no haberla creído en aquel momento, le hubiese pedido que me pusiera en contacto con mi padre difunto desde hace casi treinta años para rematar una pequeña conversación que se nos quedó a medias. www.elisadocio.com