José Javier Terán

El rincón palentino

José Javier Terán


Cierta añoranza

16/12/2020

Pues miren ustedes, tal y como están las cosas no sé qué se podría contar aquí en este día y en esta semana, que es la previa a la de las grandes celebraciones navideñas al uso, al menos en teoría eso de las grandes celebraciones; porque visto cómo está el panorama por ahí fuera este año llegando a estas fechas, no es que se advierta a pie de calle y entre el respetable demasiada alegría y ganas de embarcarse en grandes ceremonias ni conmemoraciones mayestáticas a este respecto; antes al contrario, se prefiere el refugio al calor de la familia y en pequeños grupos.
Y si las hubiese -las alegrías-, en muchos casos caen por su escaso peso y vienen a menos al verse rescindidas o reducidas a la mínima expresión habida cuenta de las restricciones que la pandemia que estamos sufriendo viene marcando en el panorama general a todos los niveles.
Aun así, la gente viajará de aquí para allá y viceversa, para reunirse con sus familiares durante los días más señalados de esta Navidad, aunque lo hagan en mucho menor número que en una situación de completa libertad de movimientos.  Y aquí, que cada uno recuerde cuál fue su mejor año a este respecto, donde pudo sacarle todo el jugo a las fiestas y gozó con ellas.
Porque  en situaciones así es cuando uno aprecia verdaderamente todo lo bueno que tenía.  Que llegadas estas fechas podía moverse con total libertad de acá para allá, que al reencontrarse con el amigo o el familiar por el cual se desplazaba, podía besarle o abrazarle sin ningún tipo de restricción sanitaria.  Que a continuación, podían acudir juntos hasta el bar de la esquina a celebrar el reencuentro, uniéndose al evento otros grupos de familiares o amigos, brindando todos juntos por el momento y por un futuro próspero y de mayor progreso; no dudando en acompañar el reencuentro con encendidos cantos ensalzando la amistad donde todos unían sus voces.  Que visto todo aquello con los ojos de ahora, era un auténtico lujo el poder reunirse todos juntos y que los gestos, las sonrisas, las miradas fluyesen en total libertad a la vista de todos.
Y es ahora, en cambio, cuando lo sabemos y lo ponemos en valor.