Jesús Mateo Pinilla

Para bien y para mal

Jesús Mateo Pinilla


Mis amigos cubanos

25/04/2023

Tengo muchos amigos cubanos, pero viajo con la imaginación a Cuba con dos de ellos: un barbero isleño y un historiógrafo palentino y profesor de la Complutense. Uno padeció en propias carnes la dictadura castrista. El otro la analiza con impasividad, paciencia y decepción de lo que allí la vida puede ser y no es.
El profesor, que vivió en la isla, ha publicado magníficos libros, y pronuncia conferencias permanentemente, lee con constancia el boletín del estado cubano, el Granma y tiene actualizada opinión objetiva. Otros cubanos amigos son, para mí, fuente variada de información.  
El exlíder de Podemos Pablo Iglesias está dispuesto a dinamitar Sumar si no logra puestos para los suyos. Se dirime una guerra cruenta, contienda por el poder. Cada familia de la izquierda quiere que los suyos estén bien situados políticamente. Mientras, el resto de los partidos han dejado claro que no van a aceptar tratos de favor a los morados. Podemos se borra de Sumar: Yolanda Díaz no acepta sus primarias. Poco importa que Iglesias se desgañite recordando que, gracias a él, la verdadera izquierda del PSOE ha entrado en el Gobierno por primera vez y se ha podido cocinar el liderazgo de Yolanda Díaz. 
El presidente Pablo Iglesias y ahora Sánchez han ayudado a Yolanda Díaz a impulsarse. En Ferraz llevan semanas lamentando el «problema de liderazgo» de la vicepresidenta, por ser incapaz de imponerse al núcleo duro que conforman Belarra y Montero. El lío del 'sí es sí' fue la evidencia.
Sánchez ungió a Díaz en público para formar un tándem electoral visible y reconocible. El mensaje que quiere lanzar el aparato de propaganda de la Moncloa es que la coalición está fuerte y es la única alternativa. Los navajazos internos parecen no preocupar. Final del formulario
La realidad explica que hay mucho más en juego de lo que parece con Yolanda Díaz.
Iglesias tiene un acuerdo con ERC y ETA para obligar a Sánchez a desmontar la democracia. El sanchismo no renuncia al sillón. Su esperanza es prescindir de Iglesias y que la sindicalista no necesite a los golpistas. 
Si no lo consigue, tratan de despertarnos en la pobre Cuba de mis amigos tras las elecciones.