José María Ruiz Ortega

Estampas rurales

José María Ruiz Ortega


Adviento

04/12/2021

Este tiempo litúrgico anuncia el espíritu de la Navidad y nos traslada a otros tiempos buscando un mundo imaginario más sencillo, en el fantástico impulso de lo nuevo, de lo que está por venir. Por mucho que evolucionen las ideas, las modas y los avances científicos una persona que ha nacido en un lugar en su imaginación permanece, aunque no lo ejercite, una serie de costumbres, tradiciones y nostalgias. Es normal escuchar por estas fechas que «la Navidad no es lo que era». Lógicamente se oye en personas mayores de 40 años, lo que nos revela que es una celebración idónea para niños, pero también una modalidad de la sociedad española, más determinante con el consumismo y más alejada de las ideas tradicionales y religiosas.
Los fríos temporales que vienen del norte de nieve y hielo, avisan del próximo invierno y nos introducen en un adviento vegetativo de reposo. A los tilos de la avenida les ha pillado el temporal a medio desnudar y han soltado con prisa las hojas, porque ya no son útiles. Un manto verde que ha servido de alimento a los tilos, pero cuando llega el frío son un engorro y el árbol se desprende de sus hojas porque las horas de luz se reducen, la radiación solar es mínima y entra en una hibernación relajada, al contrario que a los árboles caducifolios. Puede que, en el adviento, los humanos entremos en un estado de baja actividad metabólica como algunos animales para sobrevivir a condiciones ambientales desfavorables. Por eso queremos forzar una felicidad a costa de consumismo.
Cuando eres niño la magia de la Navidad es tan poderosa que un solo regalo puede proporcionarte horas de infinitas aventuras, sin salir de casa. Aunque sea una espada de madera para defender las murallas como adalid que manda a sus imaginarias tropas que lanzan sus flechas entre las almenas. Ahora son máquinas, imágenes reales que puedes interactuar, aunque al final, seguro que no son amigos. Creo que en el Adviento nos quedamos con lo prácticos que son los tilos de la avenida, se han dado prisa a prepararse para el frío, acompañados de la iluminación para adornar la Navidad y animar al Sol en su decadencia.       

ARCHIVADO EN: Navidad, Magia