Llegó con la pandemia en 2020 y vino para quedarse con un sabor muy familiar y amistades inquebrantables entre los participantes. El II Concurso Internacional de Patatas Bravas, con 18 finalistas seleccionados entre más de 100 recetas procedentes de todo el  país, se lo llevó un vitoriano afincado en Madrid, Iñaki Rodaballo, cocinero del Maison Melié. Su ración Candy Crunch Brava, una especie de caramelo crujiente, conquistó a un jurado compuesto por chefs con distinciones de prestigio y expertos en gastronomía.

«Quise hacer una propuesta muy divertida de algo que parecen caramelos. El envoltorio es puré de patata, el núcleo interior la salsa brava cuyo sabor se percibe al final y el caparazón patata cocida también. De ahí surge una especie de ravioli que se mete a freir y queda crujiente por fuera y cremoso por dentro», explicó a DP el ganador, que realizó una elaboración exclusiva para el concurso, donde ya fue finalista en 2020. Además de ganar la edición de  2021 se llevó el premio a la Innovación.

El segundo premio recayó en Javier García, cocinero del restaurante Martina de Albacete, con Bravas Martina 2.0, que en la pasada edición obtuvo el premio Alimentos  de Palencia. «Ser segundo en un certamen con este es increíble. Mejoramos la propuesta de 2020 y desde que la empezamos a servir en marzo el éxito está siendo total. Utilizamos una patata agria echa en bolitas y añadimos un queso curado manchego y salsa a base chile, kinchi coreano y ali oli de sésamo», concretó.

Las mejores bravas huelen a Madrid, Albacete y Palencia - Foto: Sara MuniosgurenDando la sorpresa por su juventud y con los elogios del jurado, la cocinera palentina de 23 años Noelia López, de cervecería El Recreo, mezcló la emoción con una exultante alegría. «Gracias por confiar en mí», apenas alcanzó a decir al recibir el tercer premio. Luego, ya más calmada, precisó que sus Bravísimas se basan en una apuesta clásica. «Lo primero es el sabor y la patata de nuestra tierra figura sin modificar, introduciendo algo más novedoso como es la espuma de ali oli y ajo asado. Luego se fríe en aceite de Valdecuevas que procede la provincia de Valladolid y la materia prima es lo más importante», aseveró.

Además, el premio  Alimentos de Palencia se lo llevó Mario Fernández Argüelles, chef del establecimiento TC de Mieres (Asturias); el premio a la Estética fue a parar a Diego Negueruela, cocinero palentino del Mesón de Ampudia, y la mención especial del jurado recayó en Isaac Montoya, del establecimiento Paquita Maravi ubicado en Burgos.

Javier San Segundo, organizador del II Concurso Internacional de Patatas Bravas, mostró su satisfacción por el desarrollo de la segunda edición. «Las propuestas ganadoras han sido espectaculares y mezclan carreras profesionales de cocina muy premiadas con la de una jovencita chef palentina que promete. Quiero animar a todo el mundo a que venga a Palencia y de la mano de las patatas bravas se promocione lo mucho y bueno que tenemos en esta tierra a nivel turístico y gastronómico», enfatizó.

Más fotos: