Cifran en 3M€ las pérdidas del turismo rural por los molinos

Rubén Abad
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El valor de las viviendas de los pueblos afectados «disminuye un 30%» y las pernoctaciones se resienten en un 20%, según La Braña. Cantabria acumula quince meses de retraso en la respuesta a las alegaciones

Cifran en 3M€ las pérdidas del turismo rural por los molinos

El norte de la provincia mira con recelo la «avalancha» de proyectos eólicos que planea sobre la vecina comunidad de Cantabria. Yes que su instalación afectaría de lleno a espacios protegidos como el Parque Natural Montaña Palentina y a localidades como Valberzoso (término municipal de Brañosera), según advierte La Braña, que cifra entre 6.000 y 8.000 los molinos que están en cartera en el norte de España.


Energía renovable con la que el colectivo conservacionista está «a favor», no así con el lugar elegido para su implantación. Como dato a tener en cuenta, cifra en unos 2,8 millones de euros (720.000 euros por proyecto, y son cuatro) los ingresos que podrían en riesgo los parques eólicos solo en el ámbito del turismo rural, sector en el que el norte de la provincia es líder. 


También repercutiría de forma directa, según los datos que maneja la asociación, en el número de pernoctaciones, que descenderían «un veinte por ciento». Un duro golpe para la economía de la zona y para pueblos como Valberzoso -uno de los más afectados-, en el que funcionan cinco casas rurales con capaidad para albergar a 70 huépedes, una docena cada una. Además, los inmuebles afectados por la proximidad con estas instalaciones «reducen su valor en un 30 por ciento», afirma La Braña.


LAS QUINTANILLAS

Uno de los  que más preocupa al colectivo norteño es el parque Las Quintanillas, en Valdeolea (Cantabria) y muy próximo al casco urbano de Valberzoso. Según recoge el Boletín Oficial de Cantabria, la instalación comprende la puesta en servicio de cinco aerogeneradores de 121 metros (altura del buje), con una potencia conjunta de 27,5 megavatios y un presupuesto de 21.882.860 de euros.


Parque eólico contra el que La Braña presentó alegaciones al Gobierno cántabro en noviembre de 2020, que acumulan casi quince meses de retraso en su resolución. En ellas hablan del «impacto visual» que generaría sobre Valberzoso, pedanía que quedaría «encajonada» entre dos centrales eólicas: El Pical y Las Quintanillas, lo que se traduciría en un «impacto visual altísimo que afectaría a todo el pueblo».


Por otro lado, se congratula del cambio de criterio por parte de la Junta de Castilla y León. «La cosa ha cambiado bastante», apunta el portavoz de La Braña, Iván Alonso, quien asegura que la administración ha pasado «de ser la promotora [en alusión a El Pical], a alegar en contra por su afectación paisajística al Parque Natural», sostiene.


OSO PARDO Y PATRIMONIO

En la alegación, a la que ha tenido acceso DP, se lamenta también que el estudio de impacto ambiental no refleja la afectación sobre el oso pardo, lo que se consdiera como «inadmisible». Además, se incluye en territorio ZEPA (Zona de Especial Protección para las Aves), LIC (Lugar de Importancia Comunitaria). 


Por otro lado, el entorno de Las Quintanillas es rico en patrimonio. En un radio de cinco kilómetros hay una importante concentración de monumentos BIC, como las iglesias de Valberzoso y Salcedillo, el puente de Rojadillo y la calzada de Collado de Somahoz. Además, fue línea de posición del bando republicano en la Guerra Civil, lo que lo convierte en un yacimiento arqueológico.

 

 

CERDOS, AEROGENERADORES Y PANELES FOTOVOLTAICOS

Macrogranjas de cerdos, aerogeneradores y paneles solares. Estos son  los tres pilares de los nuevos proyectos que planean sobre el medio rural, frente a los que los vecinos de la zona se han levantado en armas. Palentinos que se han organizado en torno a nuevas plataformas como Pisoraca y Comarcas Vivas, que refuerzan el trabajo que ha venido desarrollando colectivos conservacionistas como La Braña en las dos últimas décadas.


«No hay macrogranjas ni un solo aerogenerador en toda la Comunidad de Madrid, cuando lo lógico es que estas instalaciones se ubiquen en las cercanías de las grandes ciudades, que es donde más se consume», apunta Iván Alonso, portavoz de La Braña. «En cambio -continúa- se los llevan al medio rural, donde somos menos y se encuentran con una oposición menor».


Contra estos «monstruos de 200 metros» y placas que ocupan «extensiones gigantes» de terreno se concentraron 200 personas en El Escudo (Cantabria), donde se proyecta uno de los parques eólicos. «Si se permite, irían detrás todos, porque incumple todo lo habido y por haber», señala Alonso, quien asegura que «no se ha creado ni un solo empleo» con estos proyectos.