Ignacia Heras García: La bisabuela palentina

César Ceinos
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Natural de Santervás de la Vega, vive en la Residencia El Castillo de Saldaña desde hace casi cinco años. Madre de seis hijos, tiene ocho nietos, diez biznietos y dos tataranietos

Ignacia Heras - Foto: DP

Cuando Ignacia Heras García, de Santervás de la Vega, vino al mundo el 1 de febrero de 1915, el presidente del Consejo de Ministros de España era Eduardo Dato; el Rey, Alfonso XIII, y Europa se desangraba en la Primera Guerra Mundial.Aún faltaban cuatro años para que se firmara el Tratado de Versalles. 

La formación (y disolución) de la UniónSoviética, la Segunda Guerra Mundial, la división (y reunificación) de Alemania y la Guerra Fría son  cuestiones que aparecen en cualquier libro de Historia Contemporánea que se han desarrollado de forma paralela a la vida de esta santervasina que, por su fecha de nacimiento, puede considerarse la bisabuela de la provincia. Lo que sí es seguro es que es una de las 89 personas palentinas centenarias, según los últimos datos que proporciona el Instituto Nacional de Estadística (INE).

108 años de edad dan para muchas historias, aunque no todas buenas, como reconoce Heras, que lleva casi cinco viviendo en la residenciaEl Castillo de Saldaña, muy cerca de su Santervás de origen. Ahora disfruta de la compañía del resto de personas que forman parte de la comunidad del centro asistencial y de su extensa familia, pero recuerda -porque conserva muy buena memoria- que la vida no es precisamente un camino de rosas.

Con 15 años perdió a su madre y tuvo que cuidar a sus seis hermanos menores, una tarea que realizaría  después con sus vástagos. «Siempre he estado en casa. No salí al campo a trabajar», comenta. En 1936 se casó y su marido, al poco tiempo del estallido de la Guerra Civil, tuvo que ir al conflicto. «Estuvo tres años. Esa fue su luna de miel», explica Heras. Por desgracia, murió poco después, dejándola viuda y con dos hijas, una de las cuales falleció con 15 años. Volvió a casarse después y tuvo cuatro hijos más, muriendo uno de ellos con 59 años.

A lo largo de todo este tiempo ha vivido la gran transformación de la sociedad, el paso de una época en blanco y negro a otra en color. «De entonces a ahora no hay comparación en nada. Antes la vida era muy escasa y no había seguros», manifiesta. Por otro lado, ha visto cómo sus descendientes le han dado ocho nietos, diez biznietos y dos tataranietos.

Respecto al secreto de su longevidad,Heras declara que le han regalado tiempo «en compensación por el pasado». Actualmente comparte residencia con su hermana Jesusa, que cumplió 102 años el día 19, y, lo más importante, es feliz. «Estoy muy contenta porque me doy cuenta de las cosas y disfruto de la familia.En la residencia estoy bien.Me asisten y me cuidan», declara la de Santervás, que camina «muy bien» con la ayuda de un andador. Además, practica gimnasia y trabajo mental. «Hago cuentas con la cabeza y, de momento, se me da bien», declara.